
Descripción de Ni patria ni banderas 1h5ji
Bienvenidas/os al "Chapter 13". ¿Vives fuera? ¿Has emigrado y has tenido que verte en situaciones de adaptación? ¿Estás pensando en hacerlo? ¿Te gustaría comprender lo que pasa cuando te animas? O quizá te gustaría comprender a ese amigo, a tu hija... Espero que, en cualquier caso, disfrutes mucho de este episodio donde comparto algo de mi experiencia. Sed felices @recalculando_ruta_podcast 5k3i2v
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
¡Buenos días! Mi nombre es Visi Rodríguez y esto es Recalculando Ruta.
Bienvenidas y bienvenidos.
Ni patria ni bandera es un título potente, ¿no? Te aviso de antemano que no va a ser un episodio político.
No es mi estilo ni lo que quiero ofrecer al mundo en mi podcast.
Hoy vengo a contarte una parte de mi historia, en la que viví una vorágine de cambios.
Fue por elección propia, pero no por ser provocado. Fue fácil.
Vengo a compartir contigo mi experiencia como emigrante y, claro, inmigrante.
Verás, oyente, yo creo definitivamente en el destino y hoy vas a entender muy bien por qué.
Retrocedemos en el tiempo. Era 2010. Terminaba de estudiar diseño e interiorismo y estábamos en verano, segunda quincena de julio para ser concreta.
Una amiga había decidido que quería irse a Londres a trabajar y mejorar su inglés.
Yo estaba valorando opciones de au pair para irme de tres a seis meses a Irlanda.
Ella había conseguido una entrevista en una marca de ropa para la que trabajaba en Madrid y podría abrir su puerta a un traslado temprano.
Me propuso irme con ella el fin de semana de su entrevista y pasar juntas unos días por Londres.
Yo había compaginado siempre trabajo y estudios, pero ese verano me lo había regalado.
Un autopremio por haber terminado con éxito mi formación y me iba a ir con mis padres de vacaciones.
La propuesta de mi amiga era compatible con las vacaciones que tenía programadas, así que ¡claro que sí! ¡Vámonos a Londres! Teníamos 22 años.
Recuerdo como si fuera ayer el momento en el que le dije a mi madre que habíamos cogido los billetes de avión y que para aprovechar la experiencia había hecho un currículum en inglés para entregar allí, para explorar cómo funcionaba la búsqueda de trabajo.
Historia real como que me estás escuchando ahora mismo.
Mi madre, en el pasillo de casa, rompió a llorar, pero mucho. Lloraba desconsolada.
Me acerqué a abrazarla. Pensé que tenía miedo de que viajara sola tan lejos, pero me dijo algo que más tarde me haría pensar mucho.
Ella me miró y me dijo, no vas a volver, vas a quedarte allí.
En ese momento me reí como si fuera tan fácil.
Lo dejé en un momento dramamama y ya está, déjame la maleta que te cuento a la vuelta.
Y volamos. Dos almas hambrientas de experiencias que derrochaban alegría y vida por doquier.
Llegamos un jueves. Cantamos a viva voz por Trafalgar Square, Covent Garden.
Disfrutamos cada minuto desde que pisamos allí.
Recuerdo perfectamente cuánto me impactó salir del metro en Piccadilly Circus.
Era de noche y las luces, la gente, la energía me conquistaron.
En ese instante me enamoré perdidamente de esa ciudad y sentí que necesitaba vivirla.
Me sentí feliz. Fue un gran día.
Estaba en mi salsa. Mi amiga tenía la entrevista el domingo.
Así que teníamos todo el fin de semana por delante, sin presiones.
Como he comentado, yo llevaba un currículo en mi impreso.
No había pensado dónde entregarlo, pero tampoco hizo falta que me comiera la cabeza.
Bajábamos por Ruyent Street hacia Oxford Street.
Queríamos ver tiendas y explorar las calles.
También íbamos a ir a Bond Street, que es donde estaba la tienda donde ella haría la entrevista.
En ese trayecto, en Ruyent Street, vi una tienda enorme y muy familiar.
Vi Zara.
Entramos. Me gustó muchísimo.
Tres plantas, muy bonita, rodeada de edificios elegantes y, en la caja de la planta baja, un equipo de cajeros sonriendo.
Lo vi clarísimo. Lo voy a entregar aquí.
Me acerqué a la caja y uno de ellos me cogió el currículum.
Era inglés, amable y me sonrió.
Me sentí contenta por haber sido valiente y mi amiga me celebró.
¡Había sido un gran paso! Un gran paso, ya.
No había sido nada comparado con lo que iba a pasar.
Al día siguiente, sábado próximo.
Comentarios de Ni patria ni banderas 3x6n5