La Navidad de 'Fortunata y Jacinta' | El corte de buenas noches nº38 3o1v3k

Marque pega dulce densa de tu alma amargo el bienvenido a esta noche del veintidós de diciembre del año dos mil veinticuatro en la que aparecemos en nuestra cabina marciana para acompañarte en estos días de navidad con relatos propios y ajenos con crónicas terrícolas obituarios espaciales investigaciones son bre el terreno y con el corte de buenas noches ese que se extinguió hace ya un tiempo de la cápsula marciana para comenzar su propia aventura en solitario desde este canal desde marte puede esperar porque en los primeros tiempos de nuestra colonia era una sección que en su día nos pidió poder ensanchar por su cuenta para contarte de vez en cuando historias delicadas y algo más personales con historias tuyas y mías con literatura en lengua española y con relatos propios en los que te cuento realidades sazonadas de alguna mentira que rescate de agujeros de gusano y universos paralelos historias gemelas literatura y algo de poesía para ti y para mí para que podamos conservarlos en este pequeño rincón y que ya nunca más se pierdan por el eterno espacio-tiempo la melodía que escuchas de fondo tiene por título dulce y dice la doctora jota rochester la ilustración del perfil es obra de la autora galletas con agua y de la parte técnica me encargo yo con el autocontrol de los mandos si quieres proponerme algún tema viajero o literario que esté centrado en el patrimonio cultural de españa me tienes disponible en el correo hola arroba escritora viajera punto com y hoy seguimos descubriendo fragmentos de benito pérez galdós y su magistral novela fortunata y jacinta en la que descubrimos cómo vivían los españoles a finales del siglo diecinueve y como en algunos aspectos seguimos siendo casi los mismos mientras que en otros par rece que ya pertenezcamos a universos paralelos en esta ocasión el fragmento pertenece al capítulo nueve que lleva por título una visita al cuarto estado al día siguiente el delfín estaba poco más o menos lo mismo por la mañana mientras barbarita y plácido andaban por esas calles de tienda en tienda entregados al deleite de las compras precursoras de navidad tinta salió acompañada de guillermina había dejado a su esposo con villalonga después de darle la mentirilla de qué iba la virgen de la paloma que había prometido el atavío de las dos damas era tan distinto que parecían ama y criada jacinta se puso su abrigo sayo o par de sus color de pasa y guillermina llevaba el traje modestísimo de costumbre iba jacinta tan pensativa que la bulla de la calle de toledo no distrajo de la atención que a su propio interior prestada los puestos a medio armar en toda la cera desde los portales a san isidro las baratijas las panderetas la loza ordinaria las puntillas el cable de alcaraz y los veinte mil cachivaches que aparecían dentro de aquellos nichos de mal clavadas tablas y de lienzos peor dispuestos pasaban ante su vista sin determinar una apreciación exacta de lo que eran recibía tan sólo la imagen borrosa de los objetivos diversos que iban pasando y lo digo así porque era como si ella estuviese parada y la pintoresca había se corriese delante de ella como un telón en aquel telo una vía racimos de dátiles colgados de una percha puntillas blancas que caían de un palo largo en ondas como los vástagos de una trepadora pelmazos