Henry Lee Lucas, psicópata de manual 38p5z

Estamos en vidas asesinas, casos reales de personas cuyo instinto fue el de matar.
Hombres y mujeres cuyo único reconocimiento ha pasado a la historia porque asesinaron de forma bestial en muchas ocasiones.
Y siempre desde la sinrazón de una mente psicópata y enferma.
Vidas asesinas es criminología en tus manos.
La vida de muchas personas son un verdadero tubo, estrecho, con un orificio de entrada y otro de salida, sin más alternativas que nacer y morir.
Esas personas son ese tipo de vidas que realmente se vuelven contra sí los demás.
Una mentalidad de odio que solo son capaces de dar lo que han recibido.
Al fin es el perfil de los psicópatas, muchos de ellos procedentes de familias que no daban amor porque tampoco lo tenían y cuando no hay amor se sustituye por el odio.
Pero, ¿los psicópatas son enfermos mentales o realmente son conscientes de lo que hacen?
¿Se puede justificar los crímenes por razones médicas?
La respuesta nos la da esta vez la doctora Silvana Santoro del Centro de Psicología Clínica Laboral y Forense.
Dice, el psicópata posee una personalidad que sin llegar a ser una enfermedad mental es anormal.
Según el manual de diagnóstico de psiquiatría se le clasifica dentro de los trastornos antisocial de la personalidad.
Estas personas digamos que tienen una anestesia afectiva, no sienten culpa, por lo tanto ellos no son los que sufren.
Y sigue diciendo la doctora, las emociones que sí pueden sentir son de cólera, ira o tristeza, pero solo cuando las cosas no son como ellos quieren.
Les mueve exclusivamente su propio interés y para llegar a alcanzarlo, que es obtener dominio y poder sobre su ambiente,
pueden llegar a simular, ojo no a sentir, amor, compasión, solidaridad, ternura, sentimientos de amistad, pero solo hasta conseguir sus objetivos.
Hoy vamos a tratar un psicópata de manual, lo tiene todo, antecedentes familiares, obsesiones compulsivas, distorsión de la realidad,
compañía cómplice y mentiras arraigadas hasta el punto de convencer en su entorno de su propia fantasía como una realidad pura.
Hablamos de Henry Lee Lucas, una verdadera vida de crimen y mentiras, psicópata, sádico, necrófico, zoófilo, pedófilo, violador y muchas definiciones terribles más.
El caso de Henry Lee Lucas podría escalonarse en tres etapas que son de crecimiento psicopático exponencial.
La etapa de la infancia hasta los 13 años, más o menos, juventud y primeros asesinatos y la asociación con maleantes y la cárcel definitiva.
Cronológicamente hablaremos de su procedencia y su vida de infancia porque, siendo esta quizás la más corta, es sin duda la definitiva porque marcará la ruta que ha de seguir hasta su muerte en Texas el 13 de marzo de 2001.
Nace en 1936, un 23 de agosto, en Blacksburg, Virginia, una comunidad pobre y rural de los Apalaches.
Es el primero de sus siete hermanos de una familia con todos los componentes necesarios para ser una bomba de relojería.
Su madre era india, de nombre Viola, y casada con Anderson Lucas, que había sufrido la amputación de ambas piernas debido a una borrachera que terminó desafortunadamente sobre las vías del tren.
De ahí en adelante fue conocido por No Legs Lucas.
Desde entonces, Anderson quedó arrojado de por vida, además de alcohólico y depresivo, sobre un carrito de madera para moverse.
Viola Lucas, su madre, se dedicaba a la prostitución y Henry, su hijo.