69 Ejercicios y Prácticas de Mindfulness para cuando sufrimos emocionalmente v921

Bienvenido, bienvenida a este espacio dedicado al mindfulness. Cada podcast o meditación que suba va a ser creado con amor y cuidado, con el propósito de mejorar el bienestar de todos aquellos que deseéis ser parte de esta comunidad. Aquí encontrarás contenido relacionado con mindfulness como ejercicios, artículos y datos de interés. Todos estáis invitados a comentar y compartir vuestros pensamientos de manera bondadosa, amable y respetuosa. Espero que este espacio sea de gran utilidad para vosotros.

En el episodio de hoy os enseñaré unas prácticas de ejercicios de mindfulness para cuando estamos sufriendo emocionalmente. Bienvenidos al episodio 69 de este espacio de calma y conciencia. Hoy vamos a hablar y practicar mindfulness específicamente para esos momentos en los que estamos sufriendo emocionalmente.

Tal vez estés atravesando un duelo, una pérdida, una desilusión, un diagnóstico difícil o simplemente sientes que no puedes más. Este episodio es para ti. Y si deseas seguir profundizando, en mi página web www.laxmi-mindfulness.com encontrarás talleres y recursos que pueden acompañarte más cerca en este proceso.

Primero debemos comprender el sufrimiento emocional desde el mindfulness. Para ello tendremos que diferenciar entre el sufrimiento emocional versus el dolor inevitable. El dolor es parte de la vida. El sufrimiento en muchas ocasiones viene de cómo nos relacionamos con ese dolor.

En la vida el dolor es inevitable. Es parte de la experiencia humana. Perdemos a personas, sueños, salud, relaciones, certezas y frente a eso sentir tristeza, rabia, miedo o vacío es completamente natural. Pero el sufrimiento no es siempre el mismo que el dolor. El sufrimiento muchas veces nace de nuestra resistencia a ese dolor, de la lucha interna que se activa cuando nos decimos cosas como esto no debería estar pasando, no puedo sentirme así, no voy a soportarlo, esto es injusto, no lo acepto.

Y esa lucha, aunque comprensible, aumenta el peso del dolor original, lo multiplica. Entonces en lugar de atravesar el dolor con presencia nos desconectamos, lo juzgamos, lo reprimimos o tratamos de distanciarnos desesperadamente o distraernos también de ese dolor. Pero lo que reprimimos no desaparece, se queda ahí, acumulándose, bloqueando nuestra energía vital.

El Mindfulness nos ofrece una alternativa, no evitar el dolor, sino acompañarlo con conciencia y compasión. Aprender a estar con lo que hay, sin alimentar pensamientos que lo agraven. No se trata de resignarse ni de rendirse, sino de evitar el momento con amabilidad, incluso cuando duele. Por ejemplo, piensa en una emoción difícil como una tormenta, si corres de ella te agota, si peleas contra ella te arrastra, pero si te resguardas y la observas, con el tiempo pasa.

Pues lo mismo sucede con nuestras emociones dolorosas, no necesitan ser controladas, sino comprendidas y sostenidas. El dolor es lo que sentimos, el sufrimiento es la historia que nos contamos sobre ese dolor. El Mindfulness no es una forma de eliminar el dolor, sino de transformar nuestra relación con él. La resistencia genera sufrimiento, cuanto más rechazamos lo que sentimos, más se intensifica. Desde el Mindfulness el primer paso es permitirnos sentir sin juicio. Recuerda.