AMR Cap. 96: ¿De verdad las comparativas son odiosas? 411g6

Aquellas maravillosas revistas, capítulo 96. ¿De verdad las comparativas son odiosas? Pues, depende. Depende de los coches, por supuesto. Y depende de si eres tú el que las hace. Porque os aseguro que con estas dos comparativas que os traigo hoy, disfrute como un niño.

Bienvenidos a los podcasts de los lunes de Garage Hermético.

Lo primero, os voy a decir de qué coche se trata. Por un lado, el novísimo Mitsubishi 3000GT, del que hablamos en el capítulo anterior. Dijimos que era un coche un poco olvidado.

Contra su majestad, el Porsche 911. Pero, ojo, el Carrera 4 con tracción total. Esta comparativa, ya os digo yo, quede odiosa nada de nada. Y la siguiente, juzga tú, el todopoderoso Lancia Delta HF Integrale, que acababa de ganar el Mundial de Rallys, con el aspirante a la corona, el Ford Escort RS Cosworth. ¿Odiosa? Yo creo que justo lo contrario.

Os recuerdo que estamos a finales de 1992 y comenzamos este podcast por orden de caballos.

Y comenzamos por los más potentes. 285 caballos y 250 caballos, respectivamente, para el Mitsubishi y para el Porsche. Que probamos, por supuesto en carretera, que es donde la gente los iba a usar, pero, por supuesto, en circuito, que es donde la gente debería disfrutarlo. Me llama la atención porque, viendo los dos coches, el Porsche parece antiguo.

Fijaos, ahora yo creo que no tanto, porque hay coches como el Mitsubishi, que en su momento eran más modernos, pero que a lo mejor no envejecen tan bien. Y al final el Porsche 911 se ha convertido en un clásico. Pero en su momento, esto lo comentábamos en la prueba, que la estética del Mitsubishi era mucho más fresca, mucho más moderna.

Lo cierto es que, como os he dicho, el Mitsubishi era un compendio de tecnología, porque tenía un motor V6 con doble turbo, con 24 válvulas, el chasis era magnífico, tracción total, dirección total. La única pegaje pesaba 1700 kilos. En esto, el Porsche le aventajaba netamente, porque estamos hablando de 400 kilos menos.

Vale la pena, ya que estamos hablando de peso, de detenerse en el reparto de peso, porque esto era quizás lo que más influía en la personalidad de cada uno de estos dos coches.

Fijaos que en el Mitsubishi era un coche, a pesar de ese pedazo de motor delantero, con un reparto de pesos bastante equilibrado. 58,42. Pero es que, si nos vamos al otro Porsche, al otro coche de esta comparativa, el resultado es 41,59. Fijaos que es casi el mismo, pero cambiado.

Es casi el mismo, lo que sucede es que, claro, en el eje delantero del Mitsubishi recaían 1000 kilos, mientras que en el eje delantero del Porsche recaían 567, porque aparte del reparto, también puntuaba el mayor peso. ¿Qué os puedo decir de estos dos coches? Tantas cosas. Los dos coches en carretera, una maravilla, aunque he de decir que por suavidad de suspensión, por suavidad de todos los mandos, por equipamiento, por amplitud, como os he dicho, por mil cosas, el confort de suspensiones, que creo que también lo he dicho, el Mitsubishi estaba claramente por delante en cuanto, podríamos decir, a usabilidad, vamos a decirlo así, y confort. Era un coche que para usar en el día o para ir de viaje era claramente, claramente más apetecible y más competente que el Porsche.

Incluso estoy hablando de capacidad, pero es que es muy importante cuanto te quieres ir de viaje, capacidad del maletero, porque el Porsche, como sabéis, tiene un maletero delantero bastante exiguo. El 911 además tenía una suspensión más rígida. ¿Qué es lo que pasa? En circuito se puede decir que se cambiaban las tornas. Era un coche mucho más ágil.

Lo que sucede, y estoy viendo fotos donde veo que el Mitsubishi va completamente cruzado y el Carrera va submirando. Fijaos, ¿por qué? Porque el Carrera, en circuito, sobre todo en curva rápida, es potencialmente más rápido que el Mitsubishi, pero hay que creérselo y hay que saber manejar ese coche. Al final resulta que la gran mayoría, estábamos tres probadores cuando estuvimos