TCA. Trastornos de la Conducta Alimentaria 5j5tv

Hoy vamos a ello con nuestros dos protagonistas. Hoy hablaremos de trastornos de alimentación y para ellos déjenme que les presente a Adriana Delgado de Mendoza Pérez. Ella tiene 15 años, ella estudia primero de bachillerato de ciencia y le gustaría ser médico en el futuro. Le encanta cocinar, los animales, la historia, la semana santa, los juegos de mesa. A Adriana vamos a conocerla hoy más de cerca y junto a ella tenemos a nuestro doctor, al doctor Ignacio Jauregui, psiquiatra y psicólogo, experto en trastornos de la conducta alimentaria, con asistencia a dicho trastorno desde 1993 y pionero desde el 97 por el abordaje con el modelo interdisciplinario que a día de hoy sigue siendo efectivo y es con el que se sigue trabajando. Vamos a empezar definiendo qué es un trastorno de la conducta alimentaria. Bueno pues ante todo, hola y gracias por poder estar aquí. La propia terminología normalmente suele esconder el significado, es decir, si hablamos de un trastorno de la conducta alimentaria hay que decir yo creo dos cosas.

Una, muy importante, es que se trata de trastornos mentales y la segunda, como digo el nombre mismamente indica, que se van a expresar no únicamente pero sí fundamentalmente en el comportamiento de los pacientes con respecto a su alimentación. Digo, no es la única manifestación pero va a ser tal vez la más objetiva y la más visible, fundamentalmente por el entorno familiar. Esto sería un poco la clave. Doctor, ahora vamos a escuchar a Adriana. Es una chica con 15 años, con sus estudios, con sus aficiones. ¿Hay algún perfil de paciente tipo o cualquiera que nos esté escuchando debe tener todas las alertas ahora mismo por si reconoce en cualquier otro perfil algo que pueda llevarle a tener la duda de saber si tiene un trastorno de la conducta? Pues esta pregunta es muy importante porque, y tiene su riesgo, si decimos que hay un perfil parece que el que lo pueda escuchar, si considera que su hijo o su hija no entran en ese perfil, se puede quedar muy tranquilo y eso es una trampa porque pasado mañana puede dar lugar a ese perfil. Estamos hablando de años de adolescencia temprana, adolescencia tardía, donde los cambios de personalidad, etcétera, son muy a veces vertiginosos, con lo cual lo que hoy no es perfil mañana puede serlo.

Dicho eso, no existe un perfil típico. A la gente le gusta, en general, considerar que hay un perfil y además hay muchos estereotipos al respecto. Pues, por ejemplo, se trata siempre de niñas, se trata de niñas muy inteligentes, se trata de niñas muy trabajadoras, etcétera. ¿Eso es verdad? Sí, pero no es toda la verdad, puesto que hay muchísimos pacientes, varones y mujeres, que no encajan en ese perfil. Yo diría que en todo caso habría distintos perfiles, pero que hay que tener mucho cuidado con eso y que todo el mundo pueda llegar a padecer un trastorno de la conducta alimentaria, a día de hoy sabemos que tiene que haber una cierta vulnerabilidad, una cierta predisposición, es decir, que no cabe que todo el mundo pueda caer en un trastorno de la conducta alimentaria, lo que ocurre es que a priori no conocemos esas condiciones de vulnerabilidad y, por lo tanto, a cualquiera le puede tocar puesto que desconoce esas condiciones. Adriana, estamos deseando escucharte y que compartas tu experiencia, que seguramente sea algo muy útil para muchas de las personas que nos están escuchando.

Hemos hablado en la introducción de la importancia de la detección, de esas primeras alarmas. ¿Cuándo empiezas a notar que algo no va bien? ¿Cuándo empiezas a notar que puede que tu conducta tenga algo que ver con un trastorno? Pues sobre todo buscando información en internet de lo que pueda ser o no para baja de peso y estando un montón de tiempo de pie, cuando yo eso nunca lo había hecho, porque no es normal que se haga eso, estar todo el tiempo de pie y en una cafetería estar de pie y no sé qué estar de pie, eso es bastante raro, estar todo el día estudiando sin descansar por tener algo como que te desconecte o que te proteja para tú sentirte, no sé, a gusto, irte todo el tiempo a hacer deporte también sin descansar, sin comer, sin alimentarte y muchas cosas que nunca has hecho y que haces de repente como si tuviera cambiado la personalidad o tu forma de ser. ¿Fuiste la primera en darte cuenta de que estabas haciendo cosas que igual se te estaban yendo un poco de las manos o saltó la alarma en tu entorno? Es que a ver, yo creo que sí.