SEXO CON ALMA Y CUERPO 9/13 (Infertilidad, fecundación artificial y adopción) 2b5g1b

Un saludo a todos los que sois seguidores de esta serie que estamos desarrollando en torno a la educación en el amor y a la sexualidad.

Y estamos hoy en la sesión novena, que tiene como título Infertilidad, fecundación artificial y adopción.

Bueno, pues vamos a comenzar diciendo que esta sociedad, esta cultura en la que vivimos, tiene muchas paradojas.

Por una parte, una crisis de natalidad sin precedentes, Europa envejece, Occidente está envejeciendo, jamás había ocurrido algo así en la historia de la humanidad, y esto, al mismo tiempo, va de la mano de una mentalidad antinatalista, es una gran paradoja.

Sí, es cierto que hay motivos, que también hacen motivos sociológicos, que nos llevan a entender razones de esta disminución de la natalidad, por ejemplo, la difícil conciliación laboral que a veces tiene la mujer en el al mundo laboral, no se facilita la conciliación laboral, no se facilita que la mujer pueda compaginar el dar a luz y educar a sus hijos con su incorporación en el mundo laboral.

Pero aunque existan razones de tipo sociológico, como la citada, yo creo que es obvio que hay una crisis moral y espiritual que es la razón última de esta crisis de natalidad, porque hay un dato que es claro, que es que las clases sociales de nivel económico más alto, que no tienen problema económico para poder tener más hijos, o que no tienen problemas de conciliaciones laborales, pues no tienen más hijos, incluso hasta menos, lo cual quiere decir que la causa última no es tanto sociológica de conciliación laboral, que siempre influye, obviamente, en otros temas, como el difícil al mundo laboral de los jóvenes, como la dificultad de poder acceder a una vivienda en unas condiciones dignas, pero además de esos condicionamientos sociológicos, hay un problema profundamente espiritual, y vamos a decirlo con claridad, falta esperanza, y cuando no hay esperanza es muy difícil abrirse la vida, porque también hay que ser conscientes de que los hijos lo piden todo, los hijos lo piden todo, y cuando en una sociedad reina el hedonismo, el máximo placer con el mínimo esfuerzo, cuando el bienestar social se ha constituido como el punto fundamental que nos da la calidad de vida, la calidad de la vida es el bienestar, entonces los hijos no son fácilmente integrables en ese proyecto, porque los niños, como decía, lo piden todo, ante unos hijos, unos padres no tienen ni tiempo propio, ni tienen un espacio propio, los hijos lo piden nuestra plena donación, y es entonces cuando Occidente se cierra la vida, no tiene esperanza, ni capacidad de sacrificio, ni esperanza, ni capacidad de sacrificio.

Por eso me atrevería a decir que la crisis de natalidad es un retrato muy profundo de la crisis espiritual de Occidente.

Por otra parte, vamos a dar un paso más, después de este diagnóstico, que creo que tiene poco de subjetivo, también hay que decir que esto, dentro de esas grandes paradojas que tenemos, va de la mano de un gran sufrimiento por la esterilidad que tienen muchas personas, que está en aumento constante, va aumentando con el paso de los años el índice de problemas de fecundidad y de esterilidad.

Por una parte, porque se pospone, hasta edades más avanzadas, la maternidad y la paternidad, y claro, el cuerpo humano no está pensado para que tenga esa maternidad.