
Descripción de El Ser mas importante: El aguilucho 391i2h
Horacio Ruiz, hipnoterapeuta con más de 46 años en el tema nos comparte ejercicios y pedagogía necesaria para la vida. 1h6517
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Muy bien y ahora acómodate de la manera que te resulte más cómoda y más relajada.
Sitúate físicamente en un lugar que sea cálido y confortable. Recuerda que si adquieres ese compromiso, es un compromiso con el ser más importante del universo para ti.
Tienes una cita. Hacer posible en el mismo lugar a la misma hora con ese ser que es el ser más importante para ti. Tú mismo, tú misma. Ahora focaliza la atención a medida que el cuerpo se relaja y se acomoda, focaliza la atención en la respiración. Simplemente, de manera natural, aflojando, relajando. En esa actitud, en ese nivel de expectación, a ver qué es lo que experimentas con todo esto.
Tomemos a modo de introducción, prestado un cuento indio del maestro Bulash Nasrají, que nos indica, nos da una idea, casi a modo indirecto, simbólicamente, metafóricamente hablando, y dice algo así como, érase una vez un joven guerrero que tomó un huevo del nido de un águila y lo puso en el corral para que fuera incubado. Cuando el huevo se abrió, salió el aguilucho que creció entre los demás pollos picoteando el alimento como sus compañeros, sin más fin ni propósito que picotear con sus compañeros el alimento, picoteando, como un compañero más, como un polluelo más.
Un día miró al cielo y vio a un águila que planeaba sobre él. Sintió sus alas estremecerse y dijo a uno de los pollos, cómo me gustaría poder hacer lo mismo, cómo me gustaría poder volar tan alto. No seas idiota, contestó el pollo, sólo un águila puede volar tan alto. Avergonzado, continuó el maestro Mulasna Rajik, avergonzado, el aguilucho volvió a arañar la tierra, picotear de aquí para allá con los que él pensaba eran sus hermanos de especie.
Volvió a arañar la tierra, sí, y no volvió a cuestionar el lugar que creía que él había recibido sobre la tierra. Y el maestro Mulasna Rajik continuó diciendo, imagina tú, imagina que el águila no hubiera permitido que otro definiera su potencial, imagina que se hubiera dado cuenta de su capacidad única y que se hubiera liberado, que hubiera abierto sus potentes alas, dejándose llevar por el instinto de volar, y una vez que hubiera abierto sus potentes alas, hubiera emprendido el vuelo en medio de todos los pollos,
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