HIpnosis. Conocerse es poder. 4n4e3c

Haz tu deber, sí, haz tu deber, haz que tu luz brille en un proceso remediativo, generativo, desarrollativo y evolutivo. Cuatro niveles fundamentales que nos constituyen físico, emocional, mental y espiritual. El cultivo sostenido de los mismos es condición requisito, básico, fundamental de nuestro deseable equilibrio.

¿Qué es el nivel físico? Revisa si tu vida dedica a tu cuerpo vaso sagrado de la vida la cantidad de movimiento y ejercicio que ésta o éste precisa para su equilibrio y salud. ¿Cómo es tu relación con tu cuerpo físico? ¿Lo cuidas? ¿Lo alimentas? ¿Alcohol? ¿Drogas? ¿Sobrepeso? ¿Obesidad? ¿O hay una dieta equilibrada? Revisa si tu vida dedica a tu cuerpo la cantidad de movimiento y ejercicio que éste precisa para su equilibrio y salud. Cuando lo sepas, dímelo, el hecho de escuchar tu propia voz puede ayudarte a profundizar más y más.

En esta puerta es el momento de tomar decisiones y apuntarse a un gimnasio, salir a pasear, a correr a la calle, en el campo, o bien a clases de gimnasia, de yoga, pilates, danza, aikido o cualquier otro ejercicio que constituye una serie de ejercitación física, con lo que conlleva mental y emocional también, o bien aplicarte en tu deporte favorito como pueda ser bicicleta, correr, cualquier tipo de gimnasia, pesas y otros ejercicios.

Los entrenamientos para el boseo, los entrenamientos para el boseo se consideran como el sistema de entrenamiento físico más completo que hay. Abandonar el ascensor y subir a tu casa por la escalera forma parte de ese enfoque integral de ese ejercitamiento físico, ¿verdad? Trata de ejercitarte dos días por semana y mantener este nivel de entrenamiento. A medida que escuchas mi voz, el ejercicio que puedas hacer, hazlo, repítelo.

A medida que mi voz te orienta y te aconseja, vete haciendo aquello que te apetezca o puedas hacer. ¿Puedes dos días o tres días por semana mantener este nivel de entrenamiento? ¿Puedes ahora establecer un ritmo respiratorio de calma y tranquilidad que te llene por completo? Mientras realizas el ejercicio físico que decidas hacer, procura asimismo activar un estado de atención bien concentrado en el cuerpo vaso sagrado de la vida. Procura, sí, activar el estado de atención dirigida para proceder a la meditación.