Poetas Suicidas 5w2v5n

UACM Radio presenta Suculencias Literarias, un programa para degustar los variados sabores de la literaria Buenos días amigas y amigos de la Tortilla Literaria, estamos aquí en una nueva emisión de estas Suculencias Literarias Y sí, como bien les informamos la semana pasada, el día de hoy se iba a poner el programa un poco escabroso Bastante sustancioso y con mucho mucho contenido, y cuando digo mucho contenido Quiere decir que el chisme, que ya sabemos que es como el motor rudimentario pero más poderoso de la literatura Va a estar presente, porque qué sería la literatura sin el propio chisme Decía el propio Gabriel García Márquez que cuando él era niño era un fabulador Y cuando decía que era un fabulador, lo que estaba diciendo era que era un mentiroso y un chismoso Que tenía la habilidad de inventarse las historias más extravagantes para poder salir y poder escaparse De la reprimenda paterna o materna correspondiente Pero que también los mitos y los chismes que le contaban alrededor su abuela por ejemplo Que siempre tenían un toque fantástico y sobrenatural Pues le ayudaban a alimentar esta parte suya bastante mitómana con la capacidad de estar mintiendo Entonces, a riesgo de sonar completamente iconoclasta, a riesgo de ser políticamente incorrecto Tengo que decir que una de las principales capacidades de alguien que se quiere dedicar a la literatura Es ser chismoso, o sea, también ser metiche O sea, tener la capacidad de estar contando y contando historias Y a veces uno termina siendo poco discreto con algunos elementos o con algunas historias que nos cuentan Por más que nos tratemos más bien de cambiar nombres y sucesos Pero de ser metiche, de ser esa persona que va ahí en el vagón del metro Escuchando la historia de la señora de al lado Quitándose los audífonos y escuchando como si los conociéramos Y obviamente haciendo juicios morales de cómo la abandonó en medio del parto Y uno pensando lo peor de la otra persona Porque obviamente quien esté definitivamente contando la historia Va a ser una persona que va a acomodar la historia Para resultar ser siempre o la víctima, o la heroína, o el héroe Rara vez alguien, a menos de que tenga un ego y una soberbia muy inflamadas Que también me las he topado en el transporte público Se atreven a decir, si yo lo hice, pero pues es que como se atreven a meterse conmigo Yo, ah, tengo aquí la historia de un villano Entonces sí, mi capacidad de escuchar historias Y de convertirlas después en un embrollo completamente literario, ficcional Y armado de una manera que resulte interesante Es uno de los requisitos que uno tiene que tener para poder convertirse en escritor Que dicho sea de paso, hay gente a la que se le da de manera muy natural esta capacidad Cuando uno escucha estas historias a lo largo del transporte público Se da cuenta que hay gente que pues no, desde el inicio ya te aventó el final Y después simplemente te va dando los detalles Pero hay gente que va manteniendo la tensión dramática durante toda la historia Y obviamente mantiene a la persona a la que le está contando la trama Como a toda la bola de chismosos ahí que están agarrados del tubo O están sentados en el transporte público fingiendo que hacen otra cosa pero parando oreja Esto evidentemente es muy importante, hay quienes saben contar la historia Y hay que también me los he encontrado que te dicen el final desde el inicio Pero te das cuenta que lo importante no es el final Sino que te dan un final tan extraordinario que evidentemente tú dices eso no es posible Y cuando empiezan a contar cómo fue, te das cuenta que están utilizando una estructura Donde lo importante no es el final sino cómo fue