Novela Gráfica 4l5u2h

UACM Radio presenta Suculencias Literarias, un programa para degustar los variados sabores de la literatura.

Buenos días, amigas y amigos de La Tortilla Literaria.

Estamos aquí en una nueva emisión de estas Suculencias Literarias.

Y sí, no hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague.

Y estamos aquí, en esta emisión en la que habíamos prometido hablar de un tipo de literatura que suele ser considerada como literatura menor, que no se le suele dar el suficiente espacio, el suficiente lugar que se merece, pero que, sin embargo, ya a estas alturas del partido nos ha entregado unas joyas preciosas acerca de lo que es la buena literatura y que se trata, ni más ni menos, que de la narrativa gráfica.

Y cuando hablamos de narrativa gráfica, evidentemente estamos hablando de un amplio margen de posibilidades.

Es todo un abanico. No estamos hablando solamente del cómic.

No estamos hablando de estas grandes obras de narrativa gráfica que ya nos ha entregado gente como Alan Moore, por ejemplo.

No, no, no. Estamos hablando de que la narrativa gráfica ya tiene algunos portentos en su estructura, en su constitución, de grandes autores en otras partes del mundo. Ya estamos hablando incluso del manga.

El manga es narrativa gráfica, pero muchos todavía no lo quieren considerar como literatura.

Así es. Entonces vamos a tener que hablar de eso, que es literatura, aunque muchos todavía siguen negando que se trata de literatura.

Es como cuando se habla de esto que se considera algún tipo de comida y después dicen que no lo es.

Hace poco estaba yo viendo precisamente una entrevista que le hacían a un diplomático.

Me parece que era el embajador japonés aquí en México y obviamente para horror de él le estaban mostrando una serie de videos y de fotografías de lo que se conoce como sushi, los rollitos, aquí en México.

Era más entretenido observar el rostro y las muecas del embajador que estar viendo lo que se estaban preparando, pero obviamente en un recuadrito nos estaba poniendo a todo el mundo, nosotros como mexicanos, y eso es bien curioso porque también nos agarramos y nos rasgamos las vestiduras con los tacos, pero nosotros agarramos y le ponemos al sushi, al rollito, lo que se nos pegue a la gana.

Ahí va el aguacatazo, un buen aguacate dentro ahí saludándote desde el rollito.

Ahí van los frijoles, ahí va la mayonesa.

Entonces, el sushi, el rollito que lleva chorizo y todos bien felices, ese es el sushi mexicano.

Bueno, lo importante no eran las agarraciones que nosotros nos tragamos o que yo me empalmo sin ningún problema y prácticamente me aviento por la nariz.

Ese no es el problema, el problema era la cara del pobre embajador japonés, sufriendo y volviendo y volviendo a sufrir una y otra y otra y otra vez, cada vez que le mostraban las nuevas invenciones mexicanas a la hora de hacer combinaciones con los rollitos.

Él solamente observaba la tablet que le ponían enfrente, volteaba a ver al entrevistador a ver si en algún momento esto era alguna broma y era parte de una construcción de inteligencia artificial o algo que no existía, pero no, sí, yo lo he comido.

En el mismo programa agarran y toman, no recuerdo si era el embajador o era solamente un cónsul o algún diplomático de la embajada italiana y también ya para cerrar la tortura que se estaba logrando contra otras personas de otras latitudes, pues le empiezan a mostrar lo que nosotros hacemos con la pizza.

Digo, yo puedo comer cualquier tipo de pizza, me ha tocado, ya sabemos que la hawaiana, la hawaiana es si gran.