
Eugenio, el pastor de Robladillo - Candiles, lamparillas y misas 514c1m
Descripción de Eugenio, el pastor de Robladillo - Candiles, lamparillas y misas 5z6i40
Eugenio, el pastor de Robladillo, recuerda cuando solo tenían una bombilla en casa y como, a través de un agujero, la pasaban de una planta a otra. También recuerda las familias que solo contrataban la electricidad por la noche y habla del lucero, la persona encargada de hacer las conexiones. El apagón también le ha recordado las lamparillas, el carburo o el candil. Un mes más nos reencontramos con Eugenio y nos ponemos a hablar de la actualidad y de la vida.La foto la hizo ayer Peio en la Hoz para que el de Robladillo disfrute de las ovejas de Valdivielso. 2f2928
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Las palabras se las lleva al aire. Bueno, en la radio antes desde luego, si tú no las escuchabas en el momento en que se lanzaban a través de la frecuencia modulada, de la onda media, de la onda corta, porque había y sigue habiendo distintas maneras, pues se las llevaba al aire, ya sabéis que todo se queda guardado y luego están los podcasts, porque Eugenio, por ejemplo, pues su nieto les escucha también, después de que estemos aquí hablando de unos días, pues supongo que alguna vez les dirá, oye el otro día se te fue un poco la boca, oye estuviste bien, vete a saber.
Eugenio, ¿cómo estás? Bien. Bien. He tenido, era justo, era la enfermera para darme la pauta del cintrón, ¿sabes? Bueno, vamos, cosas rutinarias. Muchas veces son inoportunas, pero ¿qué vas a hacer, majo? Hombre, en este caso inoportunas no, porque es una inmensa suerte que en este caso la sanidad pública se preocupe de cada uno de sus pacientes.
Me ha llamado la enfermera para decirme la pauta que tengo que llevar del cintrón, la misma que llevaba. Bueno. Me he hecho hoy la prueba, ¿sabes? Ajá, claro. Y me han dado el resultado de cómo estaba, y tengo que seguir con la misma pauta que estaba, con media pastilla de cintrón. Media pastillita. Mira que el cintrón, el que inventó el cintrón tiene un negocio bien redondo, porque ¿cuánta gente toma cintrón? Ahora de los que esté escuchando la radio, un montón de gente también toma cintrón. Así señor.
Y bien, ¿no? Tú bien, ya se sabe. El anticoagulante, para que la sangre no coja demasiado cuerpo. Para que fluya, para que fluya, no se cuaje. Exactamente, para que no se cuaje. Es como cuando matan al cerdo y se echa ahí la sangre al cubo, hay que darle vueltas para que no se cuece. Para hacer la mordida, para que no se cuaje. Exactamente, entonces el cintrón es un poquito lo mismo. Ahora como te pegas con alguna cosa sin querer, las manos o eso, ya está el morator, macho. Claro, claro, claro. Y luego a veces...
Eso nada. Eso no es nada. Para lo que ha habido, eso no es nada. Exactamente, tú estás en plena forma, como ya hemos venido contando estos días y todo magnífico. Oye, la radio, ahora hablaba yo de que tus nietos te pueden escuchar. Bueno, no solo tus nietos, desde donde estén. Me contaba uno el otro día que solía escucharte todos los podcasts por la noche, cuando tenía turno de noche. Eso me contaba uno.
Y claro, estos días, el día del apagón, tú tenías radio, claro, y tenías pilas, ¿no? Tengo tres transistores. Tengo uno sin estrenar, uno a medias, que le perdí, le volví a encontrar, y otro ya más mayor, como digo yo. Yo he tenido siempre precaución de tener reservas de pilas, de transistores. Bueno, no me pillan mis transistores. Y oye, que a algunos les digo que si no se han acordado nadie de los candiles, y de los faroles, y de los tinqueles, tanto como han...
Eso, cago en diez. Que aquí antes, cuando tocaba un trueno, ya nos quedábamos sin luz, aquí, y en mi pueblo, y en muchos sitios, ¿sabes? Y al candil, ¿sabes con qué hacía mi madre las mechas del candil? ¿Con qué? Con los flecos de la faja de mi padre. Sí. O sea, la faja de tu padre, que era una faja de lana, de esas que se hacían antes, ¿o qué? Era de algodón, y hacían flecos, y tenían flecos, pues cuando sacaba una mecha del candil, con aceite, pues se ponía eso, y algunas veces lamparillas. ¿A qué llamas lamparillas tú? Mira, la lamparilla se hacía, era un tritón, y llevaba una mecha, y se encendía, parecidas a las lamparillas que se encienden para algunos tristes, o algunas cosas de esas. Era medio vaso de agua, y echabas aceite encima, y luego encendías la lamparilla, la ponías en el aceite, hasta que se acababa el aceite.
Claro, claro. Ahí lo que ha conocido yo, es lo que no sabéis, lo que no habéis conocido.
La lamparilla...
En el tinker, ¿sabes con qué iba?
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