Trending Misterio
iVoox
Descargar app Subir
iVoox Podcast & radio
Descargar app gratis
Relatos Sexuales Liberales
Descubriendo el sabor del semen P2 G

Descubriendo el sabor del semen P2 G 4o581o

1/4/2025 · 12:12
0
1.1k
0
1.1k
Relatos Sexuales Liberales

Descripción de Descubriendo el sabor del semen P2 G 26v3m

Descubriendo el sabor del semen Parte 2. Otro encuentro con la compañera de clase de mi hermano desatará una noche lujuriosa si quieres y gustas aportar al canal puedes arnos por o el pay pal [email protected] paypal.me/relatossex autor / fuente https://www.todorelatos.com/relato/220664/ 4r1r3k

Lee el podcast de Descubriendo el sabor del semen P2 G

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Gracias por estar en Sintonía. Si aún no estás suscrito, te invito a hacerlo y no te pierdas ninguno de nuestros episodios. Ahora sí comencemos. Descubriendo el sabor del semen. Parte 2.

Otro encuentro con la compañera de clase de mi hermano desatará una noche lujuriosa. Los días fueron transcurriendo en aquel verano que había comenzado con grandes novedades para mí. Era la primera vez que había agarrado una polla que no fuera la mía y esta era la de mi hermano. El sabor de su semen parecía no querer abandonar las papilas de mi lengua. Era raro el día que, si no antes o después, terminaba haciéndome una paja pensando en la situación que había vivido con mi hermano.

Sin embargo, la relación entre mi hermano y yo siguió con la normalidad de siempre, como si nada hubiera pasado unos días antes en la piscina de casa, todo provocado por la niña vergonzosa del grupo y que no supo las consecuencias que tuvo para nosotros. Los días del verano transcurrían sin mayor novedad, aunque bien es cierto que había dos cosas que no se apartaban de mi mente, la polla de mi hermano en mi boca y la mano de Sofía agarrando mela. Estas eran mis dos fuentes de inspiración para mis fantasías.

He de decir que Sofía, para nada hubiera pensado lo atrevida que era, siempre se manifestaba como la niña buena que nunca había roto un plato, su cara parecía siempre angelical, quizá un poco aniñada. Era muy religiosa, siempre nos la encontrábamos en la misa los domingos cuando íbamos con mis padres, con lo cual jamás hubiera sospechado sus inquietudes lujuriosas. Nuestros padres siempre tuvieron mucha relación y, además de ser compañera de mi hermano en el instituto, de vez en cuando nos veíamos en comidas comunes u otros eventos, pero la verdad es que hasta entonces no había comenzado a fijarme en ella.

Ahora, de pronto, todo me parecía bonito en ella, empezaba a fijarme en su culito que me había pasado inadvertido, pero que ahora parecía una de las siete maravillas del mundo. Bien es cierto que no tenía gran delantera, pero lo suficiente para poder agarrarse, como bien puede comprobar aquel día en la piscina. Por otro lado, aunque con mi hermano no había vuelto a tener ninguna otra experiencia, sin embargo, algo había cambiado.

Ahora lo veía como salía de la ducha desnudo y llegaba a la habitación luciendo una buena herramienta entre sus piernas, sin que yo pudiera quitarle ojo. En cierto modo creo que le excitaba que lo mirara, porque cuando entraba en la habitación y se quitaba la toalla, aunque miraba con cierto disimulo, veía cómo quería agrandarse en su tamaño. Si bien, no hubo ninguna insinuación ni por su parte ni por la mía.

De esta manera, haciéndome mis pajas mentales, y no tan mentales, con mi hermano y Sofía, fue transcurriendo el verano hasta que llegaron las fiestas del pueblo a mitad de agosto. Una noche nos dice mi madre que vendrían a casa a cenar los padres de Sofía, que ella y su hermana también vendrían. Su hermana era mayor que yo dos años, iba a comenzar la universidad y, si Sofía era más retraída, su hermana era más bivaracha.

De esta manera estuvimos en la cena todos juntos y cuando terminó, nuestros padres se quedaron tomándose una copa en el jardín de la casa y Nerea, la hermana de Sofía, viendo que a nosotros no nos dejaban beber, a ella sí, pero a nosotros no porque éramos más pequeños. No sugiere que nos vayamos a dar una vuelta por las fiestas y tomar un helado.

Pronto descubrimos que la idea de tomar un helado era sólo para contentar a nuestros padres, porque nada más salir nos llevó a un lugar de copas donde comenzamos a disfrutar las mieses del alcohol y las hormonas en plena efervescencia adolescente. Ya os podéis imaginar que para alguien que no estaba acostumbrado a beber aquello empezó a subir pronto y empezamos a bailar los cuatro disfrutando de aquella maravillosa noche ya un poco desinhibidos. De pronto un grupo iba a actuar en directo y todos los que estábamos en la pista quedamos más apretados y con menos espacio para el movimiento.

Fue un gran momento porque justo delante tenía a Sofía con su culito respingón que comenzaba a excitarme logrando tener una erección con su movimiento pegado a mi pantalón. Tenía a su hermana al lado, por eso no trataba de disimular lo más posible haciendo que todavía me pegara más al culo de Sofía que se movía muy placenteramente. De pronto Nerea nos dijo de tomar otra copa, a lo que los dos asentimos llevándose a mi hermano a la barra para poder traer todas las copas. En ese momento nos quedamos los dos ahí solos mientras ellos dos iban a buscar una nueva dosis que alimentara nuestra lujuria.

Ese fue el momento que Sofía aprovechó para ponerse las manos detrás de la espalda y con cierta habilidad buscaba de nuevo tocar lo que ya había comenzado a gustar en la piscina. Su mano empezaba a acariciar mi polla cada vez más gruesa y dura. Primero lo hacía moviéndose al ritmo de la música, pero pronto de una manera más descarada iba pasando toda su mano por mi paquete que cargaba hacia la izquierda a punto de hacer un agujero al pantalón. Si la sensación de la piscina fue gozar la eternidad, no os cuento este momento sabiendo que había gente alrededor que nada sabía de lo que entre nosotros estaba sucediendo en esos momentos. Comencé a mojar el pantalón.

Comentarios de Descubriendo el sabor del semen P2 G 1u5852

Este programa no acepta comentarios anónimos. ¡Regístrate para comentar!
Te recomendamos
Ir a Pareja y relaciones