Descansar para parar el desafío del presente. 9º Prog. Bésame, bésame mucho. Emitido 27-3-25. 383o39

Siempre contigo, Radio Sol de 4.8 Bésame Mucho, un programa con Manuela Álvaro Alonso, asesora emocional y especialista en terapia educativa y experiencial de Escucha en Atención Individualizada Qué bonito es el beso, el beso, el beso, el beso en España, qué canción es esa Manuela Álvaro, buenos días Buenos días ¿Qué tal, cómo estás? Bien ¿De carnaval? Bien ¿De carnaval por aparcar el coche, dices? Sí, sí, por el problema de aparcamiento Madre mía, ¿eh? Sí, de verdad que sí No atinamos, ¿eh? La falta de aparcamiento que hay, encima con los chiringuitos estos que nos montan aquí que están cerrados hasta la noche y que se puede abrir eso perfectamente durante el día Claro Pero nada, me parece que hay poco cabeza pensante Parece que después dicen que después nos retiran los coches y entonces se crea un problema añadido Siempre hay un porqué Ah, pues hombre, pues si te pones un vigilante ahí, le dices Oye, mira, hasta la hora tienes que quitarlo porque si no te lo va a llegar la grúa y ya está Claro Oye, una vez que estás advertido Sí Si no lo quitas es problema tuyo Es problema tuyo Manuel Aldoros nos propone para el programa de hoy Bésame, bésame mucho descansar para el desafío del presente Madre mía, el desafío del presente Descansar para parar el desafío del presente Exactamente Nosotros necesitamos descansar para parar el desafío del presente que no es dormir que lo que quiero hablar es de lo...

De ahora el problema que hay con el dormir El cerebro no necesita dormir solo, necesita hacer operaciones, procesos mentales que no los puede hacer en el desafío del presente. Y como con la vida que llevamos ahora nunca hay ratos donde no haya desafío del presente sino cuando estamos acostados, por eso el cerebro duerme la primera hora, despierta porque tiene que hacer otros procesos, vuelve a dormir, vuelve a despertar, simplemente por eso. Yo no entiendo cómo hay este problema ahora cuando dormir y comer son dos instintos naturales que a ningún niño le enseñan.

El niño cuando nace, ¿cuándo duerme? Cuando su cerebro le duerme, ¿no? Le baja el ritmo respiratorio, le baja el ritmo cardíaco y se duerme. ¿Y cuándo se despierta? Pues cuando ya ha dormido lo suficiente. Entonces, si comer y dormir son dos necesidades básicas que el cerebro va a regular por propia supervivencia, lo que hay un problema es que si estoy acostado y no estoy durmiendo, estoy dándole vueltas a la cabeza. Bueno, eso es tu problema ya, pero no es que no estés durmiendo.

Que no estés durmiendo no es ningún problema, el problema es que tú cada vez que no estás entretenido con algo o no estás dormido estás dándole vueltas a todo lo que te parece mal, a todo lo que cambiarías, a todo tu pasado, a lo que puede ser y entonces, claro, se convierte en una tortura. Pero si ese tiempo que tú no duermes y estás tumbado lo dedicas a recrearte en tus recuerdos bonitos, a fantasear y a desplegar tu creatividad para volar por donde tú quieras, siempre se te hará corto, nunca será suficiente.

Yo me pongo, me quedo dormida y digo, cada vez me dura menos el tiempo de fantasear, de divagar por mis fantasías, por mis recuerdos. Manuela, eso lo he perdido totalmente. Antes tenía unos sueños fantásticos, que me jorobaba mucho, por decir una palabra más gorda, el despertarme, pero últimamente, vamos, no me entran en mis sueños esas cosas. Claro, es que yo no estoy contando...

No sé si es cuestión de la edad, la edad también influye en ese sentido. No, no, yo no estoy hablando de cuando el cerebro sueña, porque es un proceso mental que hace, es cuando yo estoy tumbada, porque entiendo...

Sí, sí, relajada que buscas, intentas buscar el sueño. No, no, no intento buscar el sueño, yo me tumbo a descansar para que mi cerebro haga las operaciones que tenga que hacer. Si tengo que dormir, me dormiré. Si no tengo que dormir porque tiene que hacer procesos que no puedo hacerlos dormida, estaré en ese estado.

Y en ese estado, lo que yo hago es desplegar mi creatividad para imaginarme dónde yo quiero, con quién yo quiero, o para recrearme en esos recuerdos que tengo a lo largo de mi vida, que me encanta recordarlos, porque fueron buenos momentos, porque me aportaron mucho... Entonces, a mí nunca se me hace largo. A mí me dicen... Es que yo no sé cuándo me duermo.

A mí se me hace tarde, te digo, ¿por qué? Porque tengo muchas horas de vigilia.

A ver, Diego, yo sabes que hace ya 15 años que me despierto cada dos horas. No sé cuánto tiempo estoy despierta, porque no miro el reloj, pero yo me despierto, voy al baño, bebo agua...