La derecha pierde en Canadá y Australia por la guerra comercial de Trump 394i10

¿Qué tiene que ver la guerra comercial de Donald Trump con el naufragio electoral de las derechas tanto en Canadá como en Australia? ¡Veámoslo! A comienzos de año había dos países anglosajones en los que, aparentemente, la derecha iba a arrasar en las venideras elecciones.

Me estoy refiriendo a Canadá y a Australia.

En Canadá, por ejemplo, los conservadores de Pierre Collièvre llegaron a duplicar la intención de voto de los liberales.

Liberales, por supuesto, en el sentido anglosajón, es decir, de izquierdas.

Pues bien, los conservadores, como decía, llegaron a duplicar la intención de voto de los liberales, con una ventaja de más de 20 puntos porcentuales en las encuestas.

Tan es así que en enero la casa de apuestas de Polly Market les daba a los conservadores canadienses una probabilidad de victoria del 93%.

Vamos, que nadie daba un duro, textualmente, por la victoria de los liberales en Canadá.

En Australia, en cambio, las diferencias nunca llegaron a ser tan abultadas.

La coalición de derechas llegó a tener una ventaja de 10 puntos porcentuales en las encuestas frente al gobierno laborista.

Pero aún así se trataba de una diferencia importante.

Hasta el punto que, de nuevo, en la casa de apuestas de Polly Market, en febrero-marzo se llegó a considerar que los conservadores tenían una probabilidad de victoria de más del 70% frente a los laboristas, que se quedaban por debajo del 30%.

Pues bien, este pasado 28 de abril se celebraron las elecciones en Canadá y este 3 de mayo se han celebrado las elecciones en Australia.

Y en ambos procesos electorales, quienes se han terminado llevando el gato al agua han sido los partidos de izquierdas y quienes han sufrido una contundente derrota han sido los partidos de derechas.

En Canadá, los liberales, liderados por Mark Carney, consiguieron 160 diputados, frente a los 119 de los conservadores de Pierre Pollièvre.

Es más, el propio Pierre Pollièvre perdió su escaño en estas elecciones, no salió electo diputado.

Y en Australia, si bien todavía no tenemos resultados definitivos, los laboristas van camino de asegurarse la mayoría absoluta en el Parlamento.

¿Qué ha pasado exactamente para que en dos países anglosajones, que a comienzos de año, como digo, parecía clarísimo, sobre todo en el caso de Canadá, que iba a ganar la derecha, finalmente termine imponiéndose la izquierda y, además, el punto de inflexión en las encuestas, el momento en el que comenzaron a cambiar las tornas y en el que la izquierda se empezó a colocar por delante de la derecha en esas encuestas, ese momento sea aproximadamente el mismo.

A partir de febrero, la intención de voto de los partidos conservadores en Canadá y en Australia empieza a caer de manera continuada, y en paralelo, claro, la intención de voto de los partidos de izquierdas comienza a subir, y es a finales de marzo o principios de abril cuando se da la vuelta, cuando ya hay encuestas que dan mayor intención de voto a los partidos de izquierdas que a los partidos de derechas.

Pues aunque muchos no querrán escucharlo, la hipótesis más verosímil que explica esta caída en picado de los conservadores en Canadá y en Australia y la victoria final de las izquierdas en estos comicios, la hipótesis más verosímil es que estemos ante una reacción del electorado de Canadá y de Australia contra la guerra comercial iniciada por Donald Trump.

Y recalco que se trataría de una reacción en contra de la guerra comercial de Donald Trump, y no tanto en contra de Donald Trump. Al fin y al cabo, la figura política de Donald Trump ya era sobradamente conocida tanto en Canadá como en Australia a lo largo de todo 2024 y también una vez resultó electo en las elecciones de noviembre.

Es más, en enero comienza a gobernar y durante el mes de enero los partidos conservadores en Australia y en Canadá seguían muy por delante en las encuestas frente a los partidos de izquierdas. Es más, la mayor brecha, la mayor diferencia de voto, en el caso, por ejemplo, de Canadá, se produce durante ese mes de enero. Por consiguiente, es poco probable que esta caída de los partidos de derechas y este ascenso de los partidos de izquierdas