El PSOE convierte al Banco de España en un órgano de propaganda sanchista 1y3n5x

El Gobierno de Pedro Sánchez asalta el Servicio de Estudios del Banco de España y cercena de raíz su independencia.

¡Veámoslo! Todas las instituciones que toca el PSOE las termina pudriendo.

Pasó con el CIS, el centro de investigaciones sociológicas que ahora se ha reconvertido en un centro de investigaciones sanchistas, y ahora ha vuelto a pasar con el Banco de España.

En septiembre del año pasado, el Gobierno de Sánchez nombró nuevo gobernador del Banco de España al exministro socialista José Luis Escrivá.

Es decir, que en lugar de nombrar a un técnico independiente como nuevo gobernador del Banco de España, colocó a un político dependiente de Pedro Sánchez al frente del Banco de España.

No sólo eso.

Rompiendo con la costumbre de que al gobernador del Banco de España lo escogiera el Gobierno y al subgobernador lo escogiera la oposición, en esta ocasión Pedro Sánchez decidió nombrar a la vez al gobernador y a la subgobernadora del Banco de España.

Y, por supuesto, también escogió a dedo a otros varios consejeros, algunos procedentes también del propio Gobierno socialista y otros a petición de los socios parlamentarios del PSOE, como, por ejemplo, Esquerra Republicana de Cataluña.

Todos estos movimientos hacían pensar, claro, que lo que pretendía Pedro Sánchez con el Banco de España era reproducir la misma degradación institucional que había ejecutado con el CIS, con el Centro de Investigaciones Sanchistas.

Someter por entero a este organismo a las necesidades y a los caprichos propagandísticos del Gobierno del PSOE.

Y, en efecto, durante estos días se ha producido un golpe de timón o incluso un golpe de Estado dentro del servicio de estudios del Banco de España.

Y es que el pasado 20 de mayo, hace dos días, se presentó el documento anual más importante del Banco de España, el Informe Anual sobre la situación de la economía española.

Y en ese informe había varias cosas raras.

La primera es que su extensión era un tercio inferior a lo que solía ser.

La segunda es que, a diferencia de todos los informes anteriores, las pensiones han dejado de considerarse un problema grave de la economía española para el largo plazo.

Vaya casualidad que el actual gobernador del Banco de España, José Luis Escribá, fuera el ministro de Seguridad Social con Sánchez que aprobó la última reforma de las pensiones.

Habría sido bastante curioso y llamativo de ver que el informe del Banco de España, gobernado ahora mismo por Escribá, dijera que la reforma que hizo Escribá como ministro no garantiza la sostenibilidad a largo plazo de esas pensiones.

Y la tercera cuestión anómala es que el informe tampoco entraba a valorar, como habitualmente hacía y debía hacer, algunas de las medidas de política económica más importantes que pretende aprobar el gobierno de España, ya sea el gobierno del PSOE o, anteriormente, los gobiernos del PP.

Por ejemplo, el Informe Anual de la Economía Española no analiza cuáles van a ser los efectos de la reducción de la jornada laboral o de la condonación de la deuda autonómica por parte del gobierno central.

Todo esto, como digo, era bastante sospechoso.

Casi parecía que el informe lo hubiese elaborado un equipo de técnicos distinto al que elaboraron los informes anteriores.

Pero no, este no era el caso, porque este informe anual también fue dirigido por el director general de Economía del Banco de España, Ángel Gavilán, un técnico independiente, que había elaborado los informes anteriores en los que sí se consideraba a las pensiones públicas como un problema de largo plazo en la economía española y en los que sí se entraba a analizar los efectos de las distintas opciones de política económica planteadas por el gobierno de turno.

Entonces, claro, si los autores de este informe eran los mismos que los de informes anteriores, pero en este caso se ha dado un giro copernicano en muchísimos asuntos, pues uno podría barruntarse que Ángel Gavilán, el director general de Economía, se plegó a pastelerar con los intereses políticos y propagandistas del nuevo gobernador del Banco de España y exministro del PSOE, José Luis Escrivá.

Pero no, ete aquí que ayer saltó la liebre y Ángel Gavilán, después de publicarse el informe anual sobre el estado de la economía española dentro del Banco de España, Ángel Gavilán presentó su dimisión irrevocable.