Cine y Gafas 3ag2a

Bienvenidas forasteras a una nueva entrega de El Bueno, El Feo, El Crítico.

Hoy tendremos cine y gafas de sol.

¿Gafas de sol, José Luis? ¿Solo gafas de sol? No, ¿gafas en general no? Yo qué sé, dijimos gafas, no sé.

Bueno.

Empezamos.

Bienvenidas forasteras, bienvenidos a este cine y gafas.

A secas.

Así, bueno, sí, de todo modo.

Bueno, a mí las que me gustan son las gafas de sol.

Yo no me fijo mucho en la moda ni en otros complementos, pero cuando voy a un centro comercial o algo, cuando me dejan, porque tú sabes, como voy yo con dos niños, si me paro en algún sitio es o las zapatillas de deporte o las gafas de sol.

Eso sí, gafas de sol que sistemáticamente descubro, compro y pierdo.

Bueno, sí, es que es verdad, es un elemento fácil de perder y de dejarte en los sitios.

Pues yo tenía que decir que fuimos muy criticados cuando hicimos cine y partos, con razón, porque tres hombres aquí hablando de partos en el cine y no invitar a ninguna mujer.

Bueno, ya nos justificamos diciendo que invitamos a muchas mujeres y ninguna quiso venir.

No querían, no querían.

Entonces, claro, con cine y gafas ocurre mucho lo mismo, porque creo que ninguno de los que vamos a hablar aquí tenemos gafas.

¿Estamos autorizados a hablar de cine y gafas? Bueno, pero mira, ya que das pie, tenemos aquí al amigo Ignacio que ha aparcado una moto en la puerta.

Un tío que viene en moto, algo más motero que unas gafas de sol guapas.

Bueno, sí, imagino que hablará este hombre de Tom Cruise y de la escena ahí en la moto de Top Gun.

Hombre, de Tom Cruise hay que hablar.

Bueno, bienvenido Ignacio.

Muchas gracias, bien hallado.

Tenemos aquí al amigo Ignacio que, aparte de ser buen amigo nuestro y compañero, es amante de la cultura, de toda la cultura, como he dicho antes, aparte de las motos y del heavy metal, que también lo es.

También.

Todo relacionado con gafas oscuras y no de verde en pollones como las que quiere hablar Javi, pero bueno, no pasa nada, ¿qué le vamos a hacer? Bueno, como venía diciendo antes, no sé, yo venía a hablar de gafas de sol.

Porque tú has dicho una cosa erróneamente antes, has dicho ninguno tenemos gafas.

Ojo, que yo estoy tuneado, yo tenía gafas.

Ah.

Yo tenía gafas.

Estás operado.

Estoy operado, sí.

Te has hecho retoques.

Me he hecho unas cositas.

Pues os veis lo que tapan belleza, ¿eh? Ya, ya.

A eso os pienso ahora.

Todavía puedes volver atrás.

Por eso compra gafas de sol.

Claro.

Eso es lo que me decía mi padre, dice, esas sí te gustan después de lo que nos hemos gastado en quitarte las otras.

Pero es que yo dejé literalmente de tener amigos porque no los saludaba por las calles, porque yo no usaba gafas, las necesitaba.

Cuando todavía no tenía lentillas ni nada, yo me cruzaba con gente y yo soy un tío bastante abierto y bastante sociable.

Ahora los pierde por otros motivos.

Exacto.

Bueno, lo cierto, hay un objeto más guapo, no sé si me explico más guay, un símbolo rebelde, ¿no? Como un complemento sexy, es un toque outsider, aire rockero, incógnito, prohibido.

Siempre reitero, ¿no? Siempre da ese toque guay que unas gafas de sol, que no las gafas de los otros, que normalmente nos llevan a lo contrario, ¿no? Sí, es verdad.

Son dos simbologías completamente distintas.

Y eso sin mencionar otro aspecto que tiene las gafas de sol, que es que dan una especie de protección.

Es lo que decimos muchas veces.

Siempre que nos sean estas plásticos de tres euros, nos dan una seguridad, ¿no? Son como una barrera donde nos podemos esconder, sobre todo los que somos más introvertidos.

Como hacen los flequillos de los emos o las barbacas que se dejan mucha gente.

Aparte de para esconder papadas, también es para protegernos detrás de ellas, ¿no? Pues estas gafas sirven para eso, para esconder.

A veces nos esconden, en verdad, los freos que somos.

Has dicho tú que es lo que tapa.

Entre otras cosas.

O también esconde la vergüenza.

O sirve para esconder identidad, lesiones, algún secreto.

Todo eso lo hemos visto en películas.

Creo, además, que Javi tiene algo que decir a este respecto.

Claro, por eso decía solo gafas de sol.

Porque, bueno, adelanto que voy a hablar muy brevemente sobre Superman después.

Y esas no son gafas de sol, son gafas normales.

Pero bueno, voy a hablar sobre gafas.

Ya ha adelantado José Luis que hay muchas, muy icónicas.

Sobre todo es verdad que gafas de sol.

Entonces, yo voy a hablar sobre, ya estáis acostumbrados, sobre un simbolismo más allá del objetivo de vender gafas o ponerlas de moda, como hace Tom Cruise en los 90.

Incluso más allá de ser un simple elemento descriptivo del personaje, como ocurre en Harry Potter.

Hay películas como Dayleaf de Carpenter, que me parece que en España fue Viven.

Están vivos.

Están vivos, claro.

Para no confundir con el título de los jugadores que se comen a los jugadores.

Bueno, pues Dayleaf, que hablamos también en Cine y Ostias o en Matrix.

Ahora de las hermanas Wachowski, que me parece que va a hablar el compañero.