
57. El mal fario de una banda: Badfinger y Baby Blue. 5n2s2e
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Parece inevitable hablar de la pésima fortuna de Badfinger cuya biografía está aderezada con fraudes, suicidios y mala gestión en proporciones iguales. Pero también es ineludible hablar de su portentoso talento que nos ha procurado temas inolvidables, fantásticos y exquisitamente compuestos. El de hoy es solamente una muestra. Música: Baby Blue (1971) 3h2p44
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Pareciera a primera vista que un grupo fichado por el sello Apple de los Beatles, que interpretó canciones de Paul McCartney, colaboró con George Harrison y fue capaz de componer temas que otros artistas convertían en hits en varias listas del mundo, no podía fracasar. Sin embargo, eso fue exactamente lo que ocurrió con esta banda. A pesar de su incomensurable talento, no disfrutaron en vida del éxito que merecían. Hoy, en Música para Náufragos queremos contribuir a paliar tal injusticia dedicándoles nuestro programa a Badfinger y su canción Baby Blue.
Cuando el rock progresivo era la música predominante en los primeros años 70, este grupo, nacido en Gales, eligió la senda del power pop, es decir, canciones con un fuerte gancho melódico pero acompañadas de una instrumentación sólida y poderosa, alejándose de los caminos ya transitados en los años 60. El grupo, formado por Pete Hamm, Tom Evans, Joe Molan y Mike Gibbons, tuvo un éxito notable con temas como Come and Get It, escrita por Paul McCartney, o el archiconocido Without You, que cedieron a Harry Nixon y que éste elevó a los altares de las listas de éxito. Baby Blue es un tema realmente magnífico, con todos los valores musicales que debe tener una auténtica joya del pop.
Según se cuenta, está inspirado en un amante que tuvo el cantante Pete Hamm durante una gira por Estados Unidos, la cual les acompañó en varios conciertos hasta que terminó la relación. La canción, remezclada varias veces hasta obtener el sonido perfecto, alcanzó posiciones destacadas en las listas estadounidenses en el año 1972, no pasando en absoluto desapercibida. Pero para hablarnos de Baby Blue, hoy contamos con Víctor Perales, apasionado no sólo por esta canción, sino también por el conjunto de la obra desde como galés. Bueno Javier, prometo no enrollarme tanto como en la anterior ocasión, pero necesito elogiar esta canción. My Baby Blue de Badfinger es para mí no otra cosa, sino un paradigma absoluto, un ejemplo paradigmático del género musical del power pop.
Parece que estoy exagerando mucho, pero yo creo que esta canción tiene todos los elementos a relucir del género en cuestión, y encima organizados y seleccionados de una forma sublime, que va más allá de la propia ecuación y que tiene una parte personal que me parece que se contagia, sea cual sea la historia que ellos narran, ¿no? My Baby Blue es una canción que tiene una introducción muy sencilla con un riff corto pero potente de guitarra eléctrica que queda todo el rato acompañada, sólo para el oído que se fija con más atención, de una guitarra acústica que va rasgueando los mismos acordes que hace la eléctrica pero en un modo abierto, muy discreta, pero que nos regala un color mucho más orgánico y mucho más a madera en el sonido de lo que es luego el conjunto de la canción. Esto también se traduce en que esta canción sabes que es buena porque si la tocases sólo a voz y guitarra acústica te parecería absolutamente perfecta, con lo cual cualquier cosa que se añada sobre eso ya no es otra cosa que pura estética, pero la canción ya es genuinamente buena de por sí si sabemos que tocándola con una guitarra acústica y cantándola por encima no necesitarías más elementos, ¿no? Una vez dicho esto pues por supuesto a nivel estructural cumple con los cánones pero también no es algo repetitivo y que resulte agotador sino que más bien sienta un precedente.
Esta introducción sencilla acompañada de una estrofa melancólica que va derivando a un estribillo que realmente no es otra cosa que la frase my baby blue, ese es el estribillo. No se enrollan más, no es un estribillo precisamente elaborado pero todo lo que ha ocurrido previo al estribillo es tan bueno que culminas en el my baby blue sintiéndote más que satisfecho. Por supuesto cabe mencionar ese interludio con el what can I do que hacen, ese cambio de a tono menor que durante un momento establece cierta inestabilidad en la canción que no sólo te trae novedad al oído por supuesto sino que además hace que la vuelta al tono mayor, en este caso la mayor, resulte más que reconfortante. A todo esto hay que añadirle los perfectos juegos armónicos que hacen con los coros batfinger sobremanera, es bien sabido.
El juego con una guitarra sencilla pero potente, una guitarra eléctrica que es puro ejemplo de esa estética power pop y que muchas otras bandas toman de referencia y que hace que cuando hablamos de algunos grupos que llevaran a la vanguardia o como de la antigüedad
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