353 - La oración - Oración que no agrada a Dios. 6q6u6w

Buenos días a todos. Espero que estén contentos, felices. Mañana se sueto. Excepto que te dediques a las ventas, pues no te toca. Pero a la mayoría nos toca descansar, eso es bueno. Gracias a Dios me estoy sintiendo mucho mejor. La semana pasada andaba con problemas por todo lo que anda en el aire. He leído y me han dicho que hay muchas personas así. Todos aquellos que traemos quizás unas cuestiones de alergias, pues magnifica. Pero bueno, siguen los incendios en nuestra ciudad, en nuestro estado. Muchos, muchos incendios.

Algunos dicen que son provocados, no lo sé. Sea lo que Dios quiera, sea lo que Dios permita.

Nosotros vamos a continuar estudiando el tema de la oración. Nos acercamos a la parte final para luego estudiar la intercesión. Vamos a dedicar, si Dios permite, esta semana y la otra con respecto a la oración y luego empezamos con la intercesión. La semana pasada nos hicimos la pregunta, si puede la oración cambiar las cosas. Y dijimos que sí, si puede, y lo analizamos con detalle. Santiago dice en sus cartas, bueno, en su carta, perdón, hay más, pero no la tenemos. En su carta dice, la oración eficaz del justo puede mucho.

Hablando de la Reina Valera 60, la NBI dice, la oración del justo es poderosa y eficaz. Y dijimos que, dado a una doctrina no bíblica, o si lees la NBI, donde dice la oración del justo es poderosa y eficaz, equivocadamente atribuimos poder a la oración, ¿verdad? Le atribuimos facultades especiales y pensamos que podemos lograr cosas por medio de la oración, como si la oración tuviese poder. Y cuando vemos que la oración eficaz del justo puede mucho, vemos que la parte de eficaz se le atribuye a la oración, entonces hay una oración eficaz que puede hacer muchas cosas.

La NBI dice, la oración del justo es poderosa y cometemos el error de decir poderosa oración, ¿verdad? La oración es poderosa. Entonces, por medio de la oración podemos hacer muchas cosas, incluso convencer a Dios, ¿verdad? Lo cual está equivocado. Si analizamos el original y lo hicimos palabra por palabra, podemos traducirlo así, la petición hecha de todo corazón que ha sido energizada por Dios, de aquel que ha nacido de nuevo, puede hacer mucho. La parte de eficaz, como dice la Reina Valera 60, en el griego entendemos que es energizada por Dios.

Es Dios quien hace que sea activa, que no sea una oración apática, independiente, fría, sin vida, sino que es Dios quien hace que sus hijos oren como deben orar, que estén activos, que lo hagan con toda la intención, ¿verdad? Concentrados en eso. De manera que la oración eficaz no es que la oración en sí misma tenga poder, sino que es lo que Dios hace en el individuo cuando ora. Y si pides conforme a su voluntad, te será hecho. Y vimos ejemplos. Elías oró y Dios mandó fuego del cielo.

Elías oró y Dios mandó la lluvia. Jacob oró y la hostilidad de Saúl fue cambiada a hospitalidad. Josué oró y el sol y la luna se detuvieron. Sansón oró y Dios le dio agua antes de morir de sed. Ezequiel oró y Dios mandó un ángel para acabar con el ejército enemigo. Y por último, Ana oró y Dios le concedió tener un hijo. Vimos que el caso de Ana era una excepción.

Todos los demás que mencionamos estaban obedeciendo órdenes explícitas de parte de Dios. Es decir, a Elías no se le ocurrió que hay que hacer una competencia con los profetas de Baal para ver quién logra el fuego desciendo del cielo, ¿verdad? No fue una idea de él. Y tampoco fue idea de Josué decir pues que se detenga el sol y ya, ¿verdad? Vimos y analizamos con cuidado que todo tenía que ver con una oración previa, con cosas que Dios había mandado.

Pero en el caso de Ana, Ana no tenía ninguna información sobre lo que Dios iba a hacer. Pero Ana se desahogó con Dios y Dios tuvo a bien darle un hijo. Entonces dijimos que como conclusión, efectivamente la oración cambia las cosas. Pero ¿significa esto que la oración tiene poder? No. El poder está en Dios, no en la oración.

Es decir, de todas las cosas que tú pidas en oración, Dios te va a conceder sólo lo que está de acuerdo a su voluntad. Entonces la oración puede cambiar las cosas, no porque tiene poder para cambiar las cosas, sino porque puede ser el medio que Dios use para que las cosas pasen. La oración puede cambiar las cosas, pero no puede cambiar a Dios. La oración cambia las cosas, pero no cambia a Dios.