31-05-2025 Tú eres bendita y me bendices - 10 Minutos con Jesús 2y5d62

Señor mío y Dios mío, creo firmemente que estás aquí, que me ves y que me oyes.

Te adoro con profunda reverencia. Te pido perdón de mis pecados y gracia para hacer con fruto este rato de oración. Madre mía inmaculada, San José, mi Padre y Señor, ángel de mi guarda, interceded por mí.

Hoy último día del mes de mayo. Celebramos la fiesta de la visitación de la Virgen María a su prima, Santa Isabel. Y por eso vamos a saludar a María con una canción. Nos ponemos en sus manos y le recordamos las palabras del arcángel Gabriel y de su prima Isabel.

Estas niñas han ofrecido a la Virgen el día de hoy. Y nosotros también te lo decimos, Madre Nuestra. De rodillas, Madre, inclinada en oración, toma este día. Es para ti. Y lléname de amor. Y después te han cantado en latín, Ave María gracia plena, Ave María llena de gracia, Dominus tecum, benedicta tu. El Señor está contigo. Bendita tú. Bendita tú eres entre todas las mujeres. Es la exclamación de Isabel, tu prima, cuando entras en su casa, Madre Nuestra. Porque este es el acontecimiento doméstico pero a la vez celestial que celebramos hoy.

María, recién embarazada, acude con prisa para acompañar y ayudar a Isabel, que es una mujer mayor y ya está de seis meses, la que había sido estéril toda su vida.

Isabel, feliz, explicita el motivo de su gozo y su agradecimiento. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor. Ollente, orante, vamos a contemplar este momento. Es una escena muy compartida porque convergen hasta seis personajes.

Hay dos bebés, dos mamás y dos papás. De los dos bebés percibimos que el principal es Jesús, Jesús embrión, Jesús uterino, que es el que ha puesto en marcha a su madre y es el causante remoto de que vaya a nacer Juan el Bautista, porque Juan será su precursor, el que le preparará el camino. Así que toda la escena gira en torno a Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre.

A ver, y en cualquier hogar la llegada de un bebé cambia los planteamientos generales y las rutinas diarias, ¿verdad? Y más si es el primero.

En la casa de Zacarías e Isabel este cambio sería más notorio porque iban a ser padres primerizos tras una larga vida regida con otras pautas.

Para María la diferencia era aún apenas perceptible, pero su inmensa capacidad de amor la lleva a cuidar de su bebé y de sus demás seres queridos. Pero en este caso Jesús bebé no es un niño cualquiera, es Dios hecho carne. Y por eso no son sólo las vidas de María y José, la de Isabel y Zacarías y la de Juan el Bautista, las que giran en torno a Jesús, sino que es el universo entero el que bascula sobre ese momento.

Toda la historia de los hombres desde sus orígenes, todo el Antiguo Testamento lo denominamos antes de Cristo. Y tú y yo tenemos la suerte de haber llegado después de Cristo. Somos con Cristo, somos en Cristo. Como dijo León 14 hace apenas unos días, Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios vivo, es decir, el único Salvador y el que nos revela el rostro del Padre.