110 - "PABLO EVITA SER AZOTADO" Hechos 23, 6-22 3y2e1s

Buenas tardes a todos. Bienvenidos a un nuevo episodio de la Sagrada Escritura en profundidad.
Señoras y señores, buenas tardes. Esta es la charla número 110 sobre los Hechos de los Apóstoles,
y estamos en el capítulo 23, acabando el capítulo 23. Mirad, vamos a rezar primero y les contaré un
poco el resumen de lo que hemos hecho en las últimas charlas, porque así hay personas que
van entrando y tal vez necesiten un resumen de lo que voy a explicar hoy. En el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de los
hombres. Enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía, Señor, tu Espíritu para darnos vida nueva,
y todo será recreado, y renovarás la faz de la tierra. En el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Nos ponemos en manos de Dios. Y les quería decir también que tengo este canal,
que se llama la Sagrada Escritura en profundidad, y tengo una página web también que se llama lo
mismo, lasagradascritura.com. Pueden ustedes escuchar los vídeos anteriores, recuerden que
estamos en el 110, pero es que hay 100 ante atrás, y con ellos encontrarán todo el libro de los
Hechos de los Apóstoles, poco a poco, en 20 minutos cada charla. Extiendan las charlas si pueden,
si les gusta, y piensen que evangelizan a otras personas si estas charlas, grabadas como están,
las mandan a otras personas que pueden estar interesadas en el Señor. Dicho lo cual,
vamos a hacer un poco de resumen, también recordándoles que pueden escuchar audios,
todos los audios que quieran, por podcast, a través de E-box, Amazon, todos los otros
podcast que encuentren. Vamos a lo que nos interesa de verdad, que es esto de lo que pasa
en la charla de hoy. Les recomendaría que empezarán con la charla del día anterior,
porque así sería una cosa fácil para que entendieran bien la charla de hoy. Recuerden,
haciendo este resumen que les prometía, que Pablo, en su tercer viaje, decide que
ya definitivamente quiere volver a Jerusalén para celebrar Pentecostés allí. Cuando llega a Jerusalén
y está celebrando en los días previos Pentecostés, resulta que hay una serie de judíos que también
han venido de fuera, que le reconocen, porque él ha estado por otras partes, y entonces van contra
él. Hacen que toda la gente del templo, alertan a la gente del templo, diciéndoles, mejor dicho,
que ese hombre va contra el templo, que va contra el pueblo, y que va contra la ley de Moisés.
Entonces, lo toman preso, lo cogen todos, y lo llevan hasta fuera del templo. En el templo,
fuera del templo, lo quieren matar, pero justo por providencia, porque no hay otra cosa que la
providencia, el tribuno, o sea, Roma, se enteran de que hay un cierto jaleo en el templo.
Mandan soldados y rescatan a Pablo, y lo llevan a la cárcel. Antes de entrar en la cárcel, Pablo
dice, a ver si puede hablar con estas gentes que le persiguen. Así lo hace, porque le dan permiso,
pero claro, cuando acaba, las gentes siguen estando contra él, y el tribuno piensa, bueno,
como no acabo de entender nada de lo que está pasando, porque él se defendió en arameo,
probablemente, entonces él dice, pues voy a llevarlo a la cárcel y allí que lo azoten,
finalmente me enteraré, porque estos judíos persiguen a este hombre. Pero cuando está a
punto de ser azotado, resulta que él dice que es ciudadano romano, y claro, los tribunos se asustan,
porque piensan, es que si no es lícito, ni siquiera atarla con correas las manos de ciudadanos
romanos si no tenemos una orden del juez. Entonces, automáticamente piensa, el tribuno
piensa, pues voy a convocar al Sanedrín para que así me pueda yo enterar finalmente de qué es lo
que pasa, qué es lo que pasa con este hombre. Y estamos ya en la charla 109, por eso les decía,
sigan la charla 109 para enterarse bien de esta, de la actual. Entonces voy a leerles,
hoy estamos con Pablo en el Sanedrín, la charla 109 ha explicado todo lo anterior,
y ahora voy a leer lo de hoy, dice