Voy a un FUNERAL, nos cargamos el SISTEMA EDUCATIVO y cómo CERRAR VÍNCULOS de FORMA SANA | 1 v5r1e

¿Alguna vez te has sentido abrumado por una pérdida? ¿Te sientes como un bicho
raro en un funeral? ¿Cuántas veces has oído que ir a
terapia es una tontería? Y dime, ¿cómo fue tu primer amor o cómo
estás siendo? Tratamos estos y otros temas en nuestro
primer episodio. Prepárate para embarcarte en un viaje
hacia la conciencia y el autoconocimiento. Pero recuerda que la
vida es no sólo psicología.
Hola Marta. Hola Alejandra. Hola Rodrigo.
Al fin, ya estamos aquí. Lo conseguimos. Tenemos el podcast.
Vamos a empezar fuerte hoy. Como nuestro nombre indica, no sólo vamos a hablar de
psicología, vamos a tratar diferentes temas sin perder nunca el foco
socioscientífico, vamos a decir. Pero bueno, aquí que nadie se lleve a engaño.
Vamos a opinar, vamos a hablar de nuestras cosas o vamos a traer temas que
digamos, oye mira esto es interesante, lo hablamos aquí.
Yo la verdad es que recientemente he tenido una experiencia. No fue dura
enteramente. El tema fue que se murió mi abuela. Se murió mi abuela, fuimos mi hermano
y yo, fuimos la familia, todo eso. Cuando llegamos el domingo al tanatorio, la
verdad es que mi hermano y yo, había un par de señoras por ahí, pero bueno, como que
fuimos yo, él y yo, solos. No sé cómo lo vivió él, porque yo no lo estaba
mirando, pero bueno, como que yo lo sentía él a mi lado y yo como que al
principio no sentía nada, pero luego me fueron
invadiendo como unas sensaciones de... Lo veía cuando era niño. Yo me acordaba de
pues en la terraza de mi abuela, que si el tridiclo, luego otro partito que había
por ahí, nos metíamos, los primos, entonces como que fueron sensaciones que fueron
llegando, fueron llegando, fueron llegando y me empecé a emocionar, pero no desde la
tristeza, sino como, no sé, fue como la despedida. Porque recuerdo que cuando se
murió mi abuelo, fue algo parecido, pero en otras circunstancias, pero las
sensaciones resultaban como las mismas. Una emoción que me invadió y fue como
pones a llorar como despidiéndote de las cosas buenas. Al final, bueno, un nieto con
sus abuelos, pues mayormente solo cosas buenas. ¿Qué me vais a contar?
¿Qué experiencias habéis vivido en plan pérdidas o algo así?
Antes de hablar de las experiencias nuestras, yo creo que es importante aquí
hablar de cómo tú has vivido esa muerte, porque yo creo que es como deberíamos
vivir las muertes, es decir, según tu creencia, tu muerte, o sea, tú vas a creer
que hay vidas después o que ya, pues, fundido en el dolfín, ¿no? O sea, depende.
Entonces, yo creo que al final es eso, una despedida, es un chau.
Por eso, creo que es importante hacerlo desde la paz y la tranquilidad y la
armonía, en el sentido de decir, bueno, pues me quedo con lo bueno, voy a llorar su
ofensa, la voy a echar de menos, ¿no? Pero ya está. Entonces, ¿qué pasa? O sea, que yo
creo que todo está que problema, que a nosotros, culturalmente, que se nos ha
enseñado que la muerte es un drama, que la muerte es como todo negativo, todo es
un pozo de amargura, depresión, duelos, duelos eternos, ¿no? La casa de Bernarda
Galva, todo negro la hemos leído, ¿no? Un año ahí, vestidas de negro, encerradas en
tu casa, sin poder salir a la luz del sol. Entonces, ¿qué pasa? Que todavía eso se
arrastra. Entonces, yo creo que es muy sano cómo lo has vivido. Sin embargo, yo, las
muertes que he vivido, son todas al contrario, son todas a través del drama.
Yo no recuerdo una muerte en plan que me hayan venido y me hayan dicho, se ha
muerto X. Y es como, me han dado como esa paz y esas
cócteles, como, ya está, pues se ha ido, pues esto es lo que hay. No, es todo como, como con
ese sentimiento de angustia, ¿no? De, le hemos perdido. O sea, no es como, se ha ido, es
como, le hemos perdido. Entonces, te entra como esa angustia de a ver si la encuentras o no la
encuentras. En este caso, también influye mucho la relación que te das con esa
persona. Para ya no tanto, quiero decir, estoy muy de acuerdo con lo de que la
cultura nos ha influenciado a la hora de gestionar el duelo, pero influye y va a
tener un papel muy crucial en cómo va a ser el duelo a lo largo de los meses, la
relación que te das con esa persona. Porque a mí me ha pasado con mi abuela,
cuando yo era más chiquitita, siempre que sí tuve una forma amorosa, en la que mis
padres me sentaron, estaban muy chicas, estamos hablando a lo mejor, de primaria. Que no
terminan de entender muy bien, pero sentarnos en casa, oye, pasa esto, cómo se
sienten, ha pasado de esta manera, no han sufrido, que siempre se suele dar esa
coletilla, pero por el amor de Dios.