Tengo Doble Vida 2ux6s

Saqué mi primera novela en el año 2010. Se titula De Gabriel a Jueves, y es una historia curiosa y muy porno. De hecho, el título que yo tenía pensado era Chaperos cuánticos, que me encantaba, pero que a la editorial no le pareció bien, así que lo tuve que cambiar por este que es como más poético. De Gabriel a Jueves. Habla de un profesor de física maricón que se aficiona al sexo de pago, y a partir de ahí vive una transformación tipo la sustancia, a base de pinchazos, y se hace el mismo chapero hipermusculado, rubio y lleno de granos.

Una cosa interesante y divertida. Total que cuando saqué la novela no se lo dije a mi familia. Me daba cosa, porque la historia es muy explícita, muy porno, y me daba vergüenza que mis padres la leyeran. Total que un día va y me dice mi madre por teléfono. Dice tu hermano que has sacado una novela, y que tienes una doble vida.

Yo me quedé muerto. Evidentemente mi hermano lo habría visto en internet, lo del libro.

No sé si se leyó la novela o no. Si se la leyó se quedaría picueto, claro. Pero eso es lo de menos.

A mí lo que me llegó al alma es lo de la doble vida. Esa fue la expresión que usó mi hermano, y creo que incluso me la llegó a decir a mí. Me pareció un poco fuerte la expresión doble vida para el hecho de haber sacado una novela, y no haberlo contado a la familia. Pero claro, yo creo que mi hermano se refería a todo lo demás. A todo lo que se infería de esa historia novelada.

A todas esas experiencias narradas con detalle, que si no las has vivido, o no las tienes cerca, o no perteneces a ese mundo, no las puedes conocer y describir tan bien. Aunque muchas de las cosas que aparecen en el libro sean imaginadas, hay que conocer bien el mundo del mariconeo y las saunas y toda esa historia para narrar con tanto detalle la novela.

Claro, para mi hermano debió ser un shock leer todo eso. Y oye, vete a saber, a lo mejor se imaginó que yo misma era chapera. Y de ahí lo de la doble vida, no sé. Pero el caso es que yo no tenía en ese momento, ni ahora, la sensación de estar viviendo una doble vida. Porque trato de conducirme con honestidad, trato de ser honesto conmigo mismo y con mi círculo más cercano. Pero, si hay un colectivo acostumbrado a tener doble vida, esos son los maricones.