Ser la chica que "siempre puede sola" es agotador 324a2j

¡Hola a todo el mundo! Bienvenidos y bienvenidas un domingo más a mi podcast Como si nadie escuchara. Yo soy Cris Blanco y en este espacio hablamos de cosas reales de la vida como si nadie escuchara. ¿Qué tal estáis? Espero que estéis muy bien, que estéis pasando un feliz domingo. Yo estoy un poquito ronca de la voz, como podéis comprobar, porque llevo una semana de mucho tute, mucho cansancio, y a mí cuando estoy cansada se me nota especialmente en la voz. La semana pasada me tomé un pequeño break del podcast ya que yo nunca estoy un domingo sin subir episodio, ya lo sabéis, pero el fin de pasado me fui de viaje con Dani, con unos amigos, y pues sencillamente necesitaba una pausa para volver con más ganas.

Y efectivamente hoy tengo muchísimas ganas de grabar y es que a veces hace falta poner un poquito de pausa y descansar un poco para retomar las cosas con más ganas y con más fuerza. Este episodio es en colaboración con Airbnb y por eso hoy os quiero compartir la primera vez que hice un viaje de amigas que coincidió a su vez con la primera vez que me pillé un Airbnb.

Esto fue un verano de hace ya bastantes años cuando ambas teníamos 18 años y queríamos ir a Marbella, a la playa. Queríamos estar cerca de donde estaban unos amigos que veraneaban por ahí y además que se ajustara a nuestras posibilidades porque ambas éramos estudiantes. Encontramos el lugar perfecto para nosotras, un Airbnb con dos habitaciones, un salón, un baño y una cocina en pleno Marbella.

Escogimos Airbnb ya que, a diferencia de un hotel, mi amiga y yo podíamos convivir juntas, hacer planes juntas en la casa como prepararnos el desayuno, ver la televisión, tener charlas nocturnas hasta las tantas, maquillarnos juntas antes de salir, pero al mismo tiempo cada una tenía su propia habitación, su propio espacio en el que dormir y en el que pues estar su tiempo a solas si lo necesitaba. Y yo siempre digo que uno de los mejores momentos entre amigas es cuando nos maquillamos, nos vestimos juntas antes de salir y nos ponemos música y cantamos nuestros temazos.

Eso une muchísimo y en Airbnb podíamos hacerlo. Fueron unos días increíbles en la playa, rodeadas de amigos, podíamos movernos con mucha libertad por Marbella y la verdad que recuerdo ese verano con muchísimo cariño. Y es que hay algunos viajes que son mejores con Airbnb porque se adapta perfectamente a tus necesidades, permitiéndote vivir las experiencias como tú quieras, en cada momento y en cada destino. Así que no lo dudes más y píllate un Airbnb.

La temática del episodio de hoy estoy segura de que a muchos y muchas os va a encantar y aunque el título esté planteado en femenino, este tema aplica a cualquier persona. O sea, al final esto son charlas sin filtro entre amigas para compartir experiencias y situaciones que nos pasan a la gran mayoría. Pero como la gran parte de mi audiencia es femenina y yo soy mujer, pues es cierto que es un género con el que me siento más identificada a la hora de hablar, ¿no? Pero esto es aplicable a cualquier persona.

Y la temática es la siguiente. Ser la chica que siempre puede sola, entre comillas, es agotador. Vamos a estar hablando de cuando eres esa clase de persona súper exigente, súper perfeccionista, que siempre ha sido muy independiente, que se ha tenido que sacar las castañas del fuego ella sola, que nunca ha querido pedir a nadie y cómo eso pues nos afecta en nuestra vida y cómo llega un momento en el que tenemos que aceptar que está bien pedir ayuda.

Como siempre voy a partir hablando de mi experiencia personal y es que yo siempre he sido una niña tremendamente exigente, perfeccionista, muy resolutiva, muy responsable y muy independiente.

Yo nunca quería dar problemas en mi casa, ¿sabéis? Yo sentía que mis padres o mi hermana ya tenían suficientes problemas en su vida de personas adultas como para que yo les cargara con mis problemas. Entonces muchas veces me he comido sentimientos, emociones, problemas o marrones porque no quería ser una carga para la familia. Y esto yo creo que nos ha pasado a muchísimas chicas y muchísimos chicos en nuestra infancia. Hay situaciones en la vida que te obligan a ser independiente, porque quizás en tu casa has tenido que adoptar un papel de adulta mucho antes de lo que te correspondía.

Has tenido que ejercer de madre con tus hermanos, por ejemplo, que esto es algo que yo lo veo mucho, porque igual eres la hermana mayor o la hermana pequeña, no importa, pero por las circunstancias que sean, tu hermano o tu hermana necesita más ayuda, necesita más apoyo y has tenido que adoptar tú ese papel, porque tus padres han trabajado muchísimo y entonces pasabas gran parte de tu tiempo sola y has tenido que ser muy independiente.

Son situaciones que yo creo que desde la infancia nos obligan a decir vale yo puedo sola, yo lo hago sola, yo me las apaño, yo he pasado muchísimo tiempo sola. Y yo para nada quiero culpar con esta clase de episodios a los padres o a la familia, porque yo personalmente en mi caso no lo veo nada justo. Yo entiendo que habrá casos en los que sí que influya más, pues que quizás los padres no se han comportado de la manera más adecuada, pero al final a mí no me ayuda en absoluto culpar a los padres.