No, ya no soy "la de antes" (y menos mal) 19716u

Hola a todo el mundo, bienvenidos y bienvenidas un domingo más a mi podcast como si nadie escuchara. Yo soy Cris Blanco y en este espacio hablamos de cosas reales de la vida como si nadie escuchara. ¿Qué tal estáis? Espero que estéis muy bien, que hayáis pasado una feliz semana. Yo estoy contenta porque le habéis dado muchísimo apoyo al último episodio de podcast que es a su vez el primer podcast de la nueva sección con invitados y es que yo ya pues a mí me gusta mucho hablar de tú a tú, sabéis que me encanta sentarme aquí y contaros mi vida, mis movidas y mis pensamientos, pero yo realmente sentía que el podcast necesitaba a más gente al menos de vez en cuando. Charlas interesantes, divertidas, profundas con gente que me cae bien y que creo que tiene algo que aportar y por eso he decidido pues empezar esta nueva sección con invitados. Para que os hagáis una idea será más o menos un episodio yo sola, un episodio con invitado o invitada, un episodio yo sola, un episodio con invitado, así alternando para dar un poquito también de frescura al podcast y un poquito de algo diferente. Aprovechando que este episodio es en colaboración con Airbnb os quiero compartir uno de los viajes más especiales que hemos hecho todos como familia con mascota incluida y que recuerdo con muchísimo cariño.

Hace unas semanas os conté que mi familia y yo todos los años planificamos un viaje para verano para poder irnos todos juntos de vacaciones con mascota incluida, que es el perrito de nuestra familia que se llama Happy, que ya os he hablado de él muchas veces. Pues hoy os quiero contar acerca de ese año que fuimos a Tavira, una pequeña ciudad portuguesa que está en la costa del Algarve. Para hacer este viaje por supuesto necesitábamos un alojamiento espacioso con varias habitaciones y que por supuesto itieran mascotas, porque no era una opción dejar a nuestro perrito solo en Madrid, ya que los que tenéis perro me entenderéis son un miembro más de la familia. Es por esto que nos pillamos un Airbnb donde él también pudiera disfrutar de un buen espacio exterior privado y así poder pasar más tiempo verdaderamente todos juntos, algo que no podríamos haber tenido en un hotel. Era un Airbnb precioso con jardín y piscina para nosotros solos, muy espacioso con varias habitaciones y varios baños, importante también, zonas comunes y además perfectamente ubicado ya que estaba muy cerca de las playas más salvajes que son preciosas de ese entorno, así como de los pueblecitos para poder salir a cenar y ver el ambiente.

Recuerdo esos días con mucho cariño ya que fueron unos días de convivencia todos juntos en una casa al lado de la playa y en un Airbnb tan bonito y tan acogedor nos dio la sensación de hogar a pesar de estar lejos de casa. Y por supuesto levantarte por la mañana, hacerte tranquilamente el desayuno y salir al jardín a ver el amanecer junto a tu mascota, perdóname pero es algo que no tiene precio. Y es que hay viajes que son mejor con Airbnb, así que si estás pensando en hacer un viaje con tu familia, familia perruna incluida, no lo dudes más y píllate un Airbnb. Y ya sí que sí vamos a pasar a la temática del episodio de hoy y es que hace unos días subí un TikTok que contrastaba unas imágenes mías de hace creo que eran como 6-7 años a una imagen mía actualmente, en el que ponía entrecomillado has cambiado ya no eres la de antes o ya no eres la misma y este texto estaba puesto en la imagen mía antigua y en la imagen actual ponía y menos mal no como menos mal que he cambiado y es que el episodio de hoy va para todas vosotras y todos vosotros a los que alguna vez os hayan dicho es que ya no eres la de antes, es que has cambiado, ya no eres la misma, como si esto fuera algo malo cuando en realidad menos mal porque no me cansaré de decir lo siguiente, las únicas personas que se molestan de que hayas cambiado, de que hayas evolucionado, son aquellas que se aprovechaban de tu falta de límites, de tu inseguridad, de tu situación de vulnerabilidad.

Por eso a mí siempre que alguien me dice has cambiado, ya no eres la de antes, yo le digo menos mal, muchas gracias, menos mal que no soy la de antes y eso es algo que utiliza mucha gente para intentarnos hacer sentir mal y son precisamente estas personas que se aprovechaban de que tú antes no pusieras tus límites, de que fueras una persona más insegura, de que no tuvieras muy claro lo que querías, de que fueras extremadamente complaciente. Esas personas se aprovechaban de todo ello entonces en el momento en el que tú maduras, evolucionas, te haces más segura de ti misma, eliges quién quieres ser y cómo quieres vivir tu vida y estás más firme. Esas personas se sienten amenazadas porque sienten que ya no pueden controlarte o ya no pueden manipularte como lo hacían antes y por eso les molesta tu cambio. Entonces no te ofendas cuando alguien te diga has cambiado, ya no eres la de antes. Al revés, di menos mal que no soy la de antes, yo soy la primera que lo reconoce. Yo he cambiado, lo reconozco y no lo reconozco como malo.