Se van a reir de ti. La misericordia. 6x4a41

Vamos a reflexionar, con la ayuda del Señor, sobre una actitud cristiana fundamental.

Muchas veces, en la Escuela de la Fe hacemos eso, consideramos una actitud cristiana.

Pues esta actitud cristiana es la misericordia.

En el anuncio que hemos hecho de esta Escuela de la Fe, en las redes sociales, hemos puesto este título, hemos dicho, se van a reír de ti, la misericordia.

¿Y por qué hemos dicho esto? Porque el que es misericordioso, muchas veces obtiene las burlas de otros, que dicen, es tonto, fíjate lo que ha hecho.

Encima de que lo hacen a él, le han dicho esto a él, él contesta de esa manera.

Y entonces, pues se burlan de él, ¿no? Yo, en este sentido, nada más diría una cosa, quien ríe el último, ríe mejor.

Y ya veremos por qué digo esto.

Bien, para reflexionar sobre la misericordia, lo primero es caer en la cuenta de que Dios es misericordioso.

Y que Dios nos ha revelado que Él es misericordioso ya desde el Antiguo Testamento.

¿Os acordáis del episodio de la zarza ardiendo, cuando el Señor revela su nombre a Moisés, el nombre que los judíos no pronuncian, y el nombre que traducimos, yo soy el que soy, un nombre misterioso, ¿qué querrá decir eso, yo soy el que soy? Y un poco más adelante, en el libro del Éxodo, cuando Israel acaba de cometer un gran pecado, el becerro de oro, un pecado de idolatría, pues entonces, Moisés hablando con Dios, pues el Señor pasa delante de Moisés y dice, Señor, Señor, Dios misericordioso y clemente, tardo a la cómera y rico en amor y fidelidad.

Con estas palabras, Dios hace la exégesis de su propio nombre, explica su propio nombre, ese nombre misterioso que le había revelado a Moisés un poco antes, yo soy el que soy, ¿qué quiere decir eso? Y ahí el Señor dice, es que soy misericordioso y clemente, tardo a la cómera y rico en amor y fidelidad.

Con ello, está diciendo que el significado de su ser es la misericordia.

La misericordia es la clave de lograr de Dios a lo largo de la historia de la salvación, como canta el Salmo 135, que después de cada versículo repite, porque es eterna su misericordia.

La misericordia, más que un atributo divino, es decir, más que una característica de Dios, se identifica con el ser mismo de Dios.

¿Y en qué consiste la misericordia? Pues mirad, la palabra hebrea que designa la misericordia es rajamim, es una palabra que viene del sustantivo regem, que designa el útero materno.

Misericordia, por lo tanto, significa un comportamiento con el prójimo semejante al que tiene la madre con su hijo.

Y a Isaías había dicho, ¿acaso olvida una mujer a su niño de pecho sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ella llegase a olvidar, yo no te olvido, dice el Señor.

Esa es la misericordia.

La misericordia significa que Dios no es nunca indiferente ante la miseria del hombre, aunque sea el propio hombre el causante y el responsable de esa miseria.

Pero es como cuando una madre ve la miseria de su hijo,