Las Rutas del Rock EP197: Procul Harum 1p41f

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Simplemente se sentía algo mareado.

Estaba preocupado.

Porque se le estaba escapando.

Estaba perdiéndola.

Antes la veía con claridad, pero ahora solo podía correr tras ella.

Y siempre parecía eludirlo.

Era como vivir una escena de una triste y melancólica película de abandono o ser parte de un lienzo que retratara el final de una historia que estaba destinada a ser, pero que siempre, se creyó, terminaría mal.

La gente pedía más.

Y la música saturaba el ambiente de la pista de baile.

Y el techo parecía salir disparado por los cielos.

Parecían la pareja perfecta, pero ya no lo miraba.

Ella ya no estaba ahí.

Necesitaba otra bebida.

Algo con que poder calmar su ansiedad, su miedo a despertar.

Un órgano celestial que parecía flotar a su alrededor lo acompañaba.

Le brindaba cierta tranquilidad, aunque también parecía señalarle su final.

Era como si se tratara de su propio funeral.

La noche parecía llegar a su fin, mientras que la música lo separaba.

Entonces un molinero, un hombre vestido como un Quijote que busca pelear contra dragones, le contó su propia historia, una que era igual a la suya.

Le dijo que al principio su rostro parecía fantasmal, como si comenzara a desvanecerse, volviéndose aún más pálida y blanca, como si sus recuerdos ya fueran un fantasma.

Mientras el órgano se fundía con la estruendosa batería y el piano que intentaba unir lo que parecía separarse, ella se detuvo.

Ya no hay razones y la verdad es evidente, le dijo mientras se desvanecía entre sus cartas.

Él no podía dejarla ir.

Es como si se tratara de una de las dieciséis vírgenes vestales que cuidaban esa llama eterna que tendría que arder o romar.

Ese antiguo imperio podía desaparecer, al igual que su amor.

Al final, él estaría mirando hacia la puesta del sol en esa costa y a pesar de que sus ojos estaban bien abiertos, mejor hubieran estado cerrados, porque su rostro parecía tan fantasmal, como una pálida sombra de lo que alguna vez fue.

Esa era Whiter Shade of Pale.

Cuando Gary Brooker terminó de leer la historia compuesta por su amigo Keith Reed, quedó maravillado.

Decidieron entonces hacer una banda, donde el líder vocalista y pianista sería Gary Brooker, mientras que las letras serían compuestas por Keith Reed, quien no lograba entender de dónde salió aquella historia.

Pusieron un anuncio en el periódico solicitando músicos que se unieran a un nuevo proyecto.

Los que llegaron fueron el organista Matthew Fisher, quien junto a Gary Brooker compusieron la música que acompañaría la historia de esa pálida figura que cada vez se volvía más blanca.

Juntos buscaron crear una melodía que trasladara esa melancolía, esa tristeza por lo perdido después de tanto haberlo buscado, donde los instrumentos principales serían el órgano Hammond, la batería y el piano, tratando de crear aquel tema de rock and roll que bien pudiera tocarse en un concierto masivo o bien pudiera sonar en un funeral.

Ray Royer sería el guitarrista seleccionado de las audiciones, mientras que el bajo estaría a cargo de David Knights.

Al principio tuvieron problemas con tener un baterista regular, así que aquella tarde del 29 de marzo de 1967, en los Olympic Studios de Londres, cuando grabaron la canción A Whiter Shade of Pale, fue el baterista del estudio, Bill Aiden, quien se encargó de imprimir la canción.