La quemaron en su jardín: el caso de Spphie Lionnet 602e6g

El 20 de septiembre del 2017, los vecinos de Southfields, un suburbio situado a las afueras de Londres, se preocuparon al ver una gran humareda en el patio trasero de una de las casas de la esquina de la calle Púlboro con Wimbledon Park.

Había un fuego que estaba demasiado cerca de las viviendas y parecía descontrolado, así que decidieron llamar a emergencias.

Sabrina Cuider y Wissem Medouni, los propietarios de la casa, aseguraron que simplemente estaban haciendo una barbacoa.

Pero cuando los bomberos llegaron y apagaron el fuego, se dieron cuenta de que había un cuerpo humano entre las cenizas.

Encontraron de dos extremidades, parte de una nariz y unas gafas.

Por supuesto, llamaron inmediatamente a la policía, que acordonó la zona e inició una investigación.

Hoy voy a contaros la terrible historia de Sophie Lionet.

Pero antes de empezar, aparte de pediros que os suscribáis, que dejéis un like y compartáis el vídeo si os parece interesante, deciros que si os gusta el true crime y además os molan las historias contadas de forma diferente, tengo que recomendaros un podcast que me ha sorprendido muchísimo.

Crímenes, el musical. Una producción de El Extraordinario.

Sí, es un musical de crímenes reales y aunque puede sonar un poco raro, os aseguro que funciona de maravilla.

Imaginaos estar en un teatro de la Belle Époque con una historia oscura desarrollándose en el escenario.

Pero en vez de verlo, lo estáis escuchando, con una mezcla brutal de investigación, periodismo y espectáculo.

Además acaba de estrenarse la nueva temporada, que es todo un homenaje al radioteatro y la radionovela, así que cada episodio está estructurado en actos como si estuvierais asistiendo a una función.

Esta temporada está dedicada a algunos de los crímenes más sonados de finales del siglo XIX y principios del XX, con relatos que de verdad os van a dejar con la boca abierta.

Hay canciones que acompañan a la narración de los hechos, efectos sonoros que te meten de lleno en la historia y todo está contado con un nivel de detalle impresionante.

Si os gustan las historias bien contadas y si os gusta el true crime relatado de una forma diferente, os animo a que le deis una oportunidad.

De verdad, escucharlo es como viajar en el tiempo y meterse de lleno en un teatro de hace más de un siglo.

Anotad el nombre, Crímenes, el Musical.

Lo podéis encontrar en YouTube, Spotify, Evox, Podimo...

En definitiva, en vuestra plataforma de podcast favorita.

Dadle una oportunidad porque merece muchísimo la pena y estoy segura de que no habéis escuchado nunca nada igual.

Y dicho todo esto, os dejo por pantalla mis redes sociales y os recuerdo que podéis encontrar La Crónica Oscura también en Spotify, Evox y Podimo.

Ahora sí, no me enrollo más y empezamos directamente con la terrible historia de Sophie Lionet.

Sophie Lionet nació y se crió en Troyes, una pequeña ciudad situada al noreste de Francia, en una zona bastante rural.

Era hija de Patrick Lionet y Catherine de Ballon, un matrimonio humilde y trabajador.

Todos los que la conocieron la describían como una persona extremadamente tímida, vergonzosa e ingenua, aunque muy alegre y altruista.

Cuando terminó el instituto, estudió Educación Infantil en la universidad.

Le gustaban muchísimo los niños, pero le estaba costando encontrar trabajo en su ciudad.

Así que cuando una amiga le enseñó una oferta de trabajo como niñera para una pareja de Londres, decidió presentar una solicitud.

Ella nunca había querido irse a vivir al extranjero, de hecho, nunca había salido de Francia.

Pero este trabajo le abriría muchas puertas, además de que le permitiría perfeccionar su inglés.

Por otro lado, se trataba de un empleo temporal, ya que ella no tenía pensado quedarse a vivir en Inglaterra, sino que su idea era ganar experiencia para poder conseguir trabajo en Francia.

De esta manera, en el año 2016, y justo cuando acababa de cumplir los 20 años, se marchó a Londres y empezó a trabajar como niñera a tiempo completo.

Se instaló en uno de los suburbios más ricos de la ciudad, situado justo al lado de Wimbledon, Southfields.

Se trata del típico barrio residencial, tranquilo y seguro, en el que todo el mundo se conoce y al que las familias se mudan para criar a sus hijos.

Sophie empezó a trabajar para Sabrina Cuider, de 35 años, maquilladora de celebridades, compositora y diseñadora de moda, y Wissem Medouni, de 40 años, que trabajaba como analista financiero en un banco.

El trabajo de Sophie consistía en cuidar a los dos niños de la pareja, el mayor, G, de 6 años, hijo de Sabrina con una pareja anterior, y K, una niña de 3 años, fruto de su relación con Wissem.

Los nombres de los niños nunca se han dado a conocer, cosa que me parece correcta teniendo en cuenta precisamente que son menores de edad.

Y es que en Inglaterra la protección al menor es extrema.

En ocasiones,