Programa realizado el 25 de marzo de 2025. 2mi6a

Buenos días, amigos. De nuevo estamos con ustedes en este octavo programa de 2025 y el número 315. Deseando que sean felices y tengan mucha salud. Y desde nuestro estudio, con la ilusión de siempre, realizaremos este programa agradeciéndoles su fidelidad siempre.

Muchas gracias. Saben que estamos en directo los martes de una a dos y que nuestra radio lo repite los domingos y lunes y en la madrugada, por si están desvelados. Muchas gracias.

El pasado martes no pudimos estar con ustedes en directo porque yo tuve un pequeño problema de salud, pero ya va mejor. Disculpen y reciban mi abrazo.

Deseamos que nuestros amigos valencianos hayan podido disfrutar del final de su fiesta en paz. Maravilloso ver a esos pequeños desfilar con sus nuevos trajes, a pesar de la lluvia.

Esperemos que en el próximo año luzca el sol.

Es horroroso el entender el horror de las cifras de mujeres muertas a manos de sus parejas.

Suman ya seis en lo que va de año. Es tremendo. Estamos en el tercer mes de este año. ¿Dónde vamos a llevar? A quien corresponda que tomen las medidas pertinentes para que este horror cese. Y ahora sí, ahora sí vamos a comenzar el programa para escuchar a nuestras compañeras y lo vamos a hacer, como siempre, con nuestra querida Lola Mantecón. ¿Qué tal, Lola, cómo estás? ¿Qué nos vas a contar hoy? Bueno, pues voy a contar lo que hubiera contado el día, la semana pasada, claro. La semana pasada.

Pero como no estábamos tampoco así, yo estaba, bueno, que me hice una mujerosera. Mira, ya está, otra vez. Son los obridos, ¿no?, que están. Sí, pero en el piso de arriba que me han estropeado, bueno, una habitación que ya me la han pintado, el baño que se cae en una columna, porque era, fíjate, un desagüe de las aguas pluviales. Vaya. Y como está lloviendo tanto. Claro, es verdad. Y como decían que es que en nuestra casa, en este edificio, digo, sí, si vinimos a vivir todos al año setenta y cinco, pues si ya estamos, vamos, en los cincuenta años realmente.

Oye, ¿qué te parece? Bueno, así que no me lo querían hacer y menos mal que pasado. Mañana ya me lo van a terminar, hombre, porque como siga lloviendo, la que se tiene que ir de casa es por ahí, vamos. Es verdad, claro que sí. Bueno, pues nada, vamos a alegrarnos hoy un poquito y a ver qué es lo que nos vas a dar. Claro, con algo que es una cosa histórica y bien, y bueno, muy bien, y a lo mejor os gustará a ti y a los oyentes, verás.

Una maestra llamada Manuela Vicente Ferrero, que era profesora de, claro, en un colegio de Vallecas, y un programa de televisión contó lo siguiente, bueno, un día vienen dos señores que me dicen a ella, usted sabe cómo quieren las madres, pero no saben cómo quieren los padres, porque los padres también tenemos corazón, y yo le, ella le respondió lo siguiente, es que yo no inventé el día de la madre, pero estén ustedes seguros que inventaré el día del padre, y quedó así.

Y esto ocurrió, fíjate, en 19...