Potencia tu esencia y atráelas siendo tu 6i4t3f

¿Sabías que para atraer a una mujer no necesitas realizar ningún esfuerzo específico? Recuerdo una noche en la que, reunido con amigos que hacía tiempo no veía, celebrabamos en un bar. De repente, una chica se acercó, me entregó un papel con un nombre y un número de teléfono, y le dijo a su amiga que me encontraba muy atractivo. ¿Hice algo para atraerla? No lo creo.

Este no es un caso aislado, se ha repetido de diversas maneras, hasta el punto de reconocer un patrón, un cambio en mi forma de pensar. Antes yo era quien perseguía a las mujeres, ahora ellas parecen sentirse atraídas por mí y toman la iniciativa sin que yo intervenga activamente. Simplemente, al estar presente, se produce una conexión y las cosas suceden. Ante la pregunta de qué hice para lograrlo, la respuesta es que no se trata de lo que hago, sino de quién soy.

Si no atraes a las mujeres, no es por tus acciones o omisiones, sino porque, en el fondo, no te consideras lo suficientemente atractivo. En la naturaleza, la atracción entre un hombre y una mujer sanos es algo normal. El problema en nuestra sociedad actual es una desconexión entre las personas, exacerbada por Internet y los teléfonos móviles, mucha gente no sabe conectar con el sexo opuesto. Muchos hombres se sienten frustrados por su incapacidad para atraer a la mujer que desean.

La falta de atracción es sólo un síntoma, la verdadera causa es una autoestima muy baja, resultado de la programación mental que recibimos de la sociedad, la música y el cine. Seguramente has visto películas de Hollywood con el típico chico adolescente, introvertido, inseguro, y con pocos amigos, que se enamora de la chica más popular. Ella termina con el chico popular, atractivo y arrogante, aunque no sea una buena persona. Al final, el chico inseguro le confiesa sus sentimientos y, milagrosamente, terminan juntos.

Un mensaje falaz. Esto destruye esquemas.

Si crees que siendo un buen chico, inocente, que acepta todo y trata bien a las mujeres, lo merezcan o no, y siendo tímido, recibirás la recompensa de una chica atractiva, estás equivocado. Existen muchos mensajes similares, pero la realidad es que la atracción o repulsión que generas depende de la imagen que tienes de ti mismo. Si te consideras aburrido, las mujeres te percibirán como tal. Pero si te ves como alguien interesante y que merece ser escuchado, la gente a tu alrededor querrá escucharte. Lo fundamental es tu propia percepción, los demás captan tus pensamientos.

Imagina un cartel que muestra lo que piensas de ti mismo, así es como te ven los demás. Observa la actitud de la gente en la calle, intenta adivinar sus pensamientos, ¿son positivos, negativos, tranquilos, felices, estresantes? Toma conciencia de tus propios pensamientos. Al ver a una mujer atractiva, ¿qué piensas? ¡Guau, qué guapa! Analiza tus reacciones y emociones. Con entrenamiento y afirmaciones, te volverás más atractivo. Entonces, las cosas empezarán a suceder sin que hagas nada, porque lo importante no son tus acciones, sino tu esencia.