Pisos turísticos: el PP de Madrid, peor que el Podemos de Carmena 4d6c6z

El Ayuntamiento de Madrid, gobernado con mayoría absoluta por el Partido Popular, esa formación política que dice ser tan amigable con la propiedad privada de los españoles, pretende prohibir la apertura de nuevos pisos turísticos en gran parte de la capital de España. ¿Tiene esta medida liberticida algún tipo de sentido? Veámoslo.

Al Partido Popular le encanta proclamar de sí mismo que es un partido favorable, amigable, hacia la propiedad privada de los ciudadanos. Que a diferencia del PSOE, o no digamos ya de los comunistas de Podemos, el PP respeta estrictamente el derecho a la propiedad privada y no osa atacarlo, ni limitarlo, ni cercenarlo desde el poder político estatal.

Sin embargo, siempre que el PP tiene la oportunidad de retratarse en esta materia, termina defraudando de manera radical las expectativas que él mismo había generado sobre sí mismo. Vamos, que siempre que tiene ocasión de demostrarnos si es un aliado o un enemigo de la propiedad privada, termina retratándose como un enemigo de la propiedad privada. Tomemos uno de los últimos ejemplos en este sentido. La regulación de los pisos turísticos que ha promovido con mayoría absoluta desde el Ayuntamiento de Madrid José Luis Martínez Almeida, del Partido Popular.

Es verdad que Almeida, de momento, no ha optado por seguir la chavista vía del Ayuntamiento de Barcelona, que, como ya tratamos en un vídeo anterior, pretende confiscar sin indemnización las licencias de pisos turísticos que el propio Ayuntamiento había otorgado en la ciudad condal. Pero que el PP de Almeida no haya llegado a los extremos chavistas del PSOE en Barcelona no es motivo suficiente para considerar al Partido Popular un aliado de la propiedad privada. Al fin y al cabo, no creo que nuestros estándares ideológicos se hayan degradado tantísimo como para considerar a aquel que se limita a no querer confiscar la propiedad privada como un aliado, como un amigo, como un partidario convencido de la propiedad privada de los ciudadanos.

Como mucho, cabrá decir que no es tan enemigo, tan ladrón, tan confiscador como otros políticos de nuestro país. Pero de ahí a que sea aliado-amigo existe una distancia gigantesca. No en vano, y a modo de resumen, podemos decir que la regulación de los pisos turísticos que está impulsando el PP de José Luis Martínez Almeida en el Ayuntamiento de Madrid es bastante más liberticida que la regulación de los pisos turísticos que hace diez años aprobó el Ayuntamiento de Madrid de Manuela Carmena. Una política de izquierdas que llegó a la Alcaldía con el impulso de Podemos. O dicho de otra manera, en materia de pisos turísticos, el Almeida de 2025 es bastante más liberticida que la Carmena de 2015.

El PP de 2025 es más antipropiedad privada en materia de pisos turísticos que el Podemos de 2015. Ahí es nada, por cierto, cómo se ha deteriorado la política española y también la madrileña en apenas una década. ¿Pero en qué consiste exactamente la nueva regulación de los pisos turísticos que está impulsando el PP de Martínez Almeida y que entrará en vigor previsiblemente durante este verano de 2025? Pues simple y llanamente en prohibir la concesión de nuevas licencias de pisos turísticos dentro de la llamada Almendra Central de Madrid. Es decir, que no podrá haber más pisos turísticos en distritos como El Centro, Chamberí, Salamanca, Retiro y buena parte de Arganzuela y Moncloa.

Ni siquiera se permitirá la reconversión de locales comerciales en pisos turísticos. Vamos, que en un local comercial sí podemos montar un bar o una oficina bancaria o un comercio minorista, pero no podemos montar un negocio de alquiler turístico. Esta última, por cierto, es una condición mucho más restrictiva que la que impuso Manuela Carmena. Manuela Carmena se autorizaba a otorgar nuevas licencias de pisos turísticos en plantas inferior a la baja, en la planta baja o en la primera planta, siempre y cuando tuvieran entrado en vigor.