El Perdón, Te Guste O No... - Mero Cristianismo - #262 u11d

Diario de Joan Gallardo, 14 de abril de 2025, querido diario. Capítulo séptimo de la tercera parte de Mero cristianismo de C.S. Lewis. Capítulo titulado El perdón. Y ahora en este momento seguro que hay un montón de oyentes que dicen, bueno, paso. No falla, es uno de los temas más importantes y a la vez más impopulares que existe. Pero como lo que yo quiero es lo mejor para vosotros y no lo mejor para mí cuando estoy haciendo esto, pues voy a hablar del perdón porque es importantísimo, es importantísimo.

Y la vida es una cuando tienes cosas por perdonar a los demás y cosas por las que pedir perdón y otra muy diferente cuando no tienes ninguna de estas dos cuestiones pendientes en tu vida. O sea, la cantidad de paz que se siente dentro sabiendo que no tienes ni un solo puñetero asunto pendiente con nadie en el mundo, eso es para sentirlo, para poder entenderlo, porque si no es que no tienes ni pajolera idea de lo que significa. O sea, no lo puedes intelectualizar, es algo que o se siente o no se siente. Así que por eso yo soy muy pesado con el tema del perdón. Yo he sido un rencoroso toda mi vida hasta que encontré a Dios, hace ya muchos años, así que os entiendo perfectamente.

Seguramente yo en su momento, lleno de mis asuntos pendientes con la gente, lleno de ese autoencantamiento de ser rencoroso con los demás, si me hubiese encontrado con un vídeo o un podcast, bueno, podcast no, porque no habían aquellos entonces, pero un vídeo o alguna revista o algún libro sobre el perdón, seguramente ni lo hubiese ojeado y hubiese tirado para otro para otra parte, pero es importantísimo y por eso yo os voy a dar un poquito la tabarra con este asunto. Dice C.S. Lewis, todo el mundo dice que el perdón es una hermosa idea hasta que tienen algo que perdonar. Ya está, ya podríamos estar todo el episodio hablando simplemente de esta línea.

Repito, todo el mundo dice que el perdón es una hermosa idea hasta que tienen algo que perdonar. Bueno, eso de que todo el mundo dice que el perdón es una hermosa idea, no lo tengo tan claro. Ya cada vez hay más gente que se piensa que no perdonar es algo parecido a crearse un cerco de seguridad, que es igual a ponerse una especie de barrera de protección para que no te vuelvan a hacer daño. Y esto no va así. O sea, sí, tú si te conviertes en un rencoroso total, lleno de resentimiento y de odio hacia los demás, porque en el pasado te han hecho daño y no quieres que te lo vuelvan a hacer, efectivamente te vas a salir con la tuya. Vas a conseguir que nadie más te haga daño, pero también vas a conseguir que nadie más sea tu amigo.

Vas a conseguir que nadie más quiera ser tu pareja. Vas a conseguir que no, pues, no tener relaciones personales buenas, significativas e importantes. Sin embargo, también vas a tener que lidiar. Sí, te vas a ahorrar el daño que te van a hacer los demás, pero no te vas a librar y tendrás que lidiar con el daño que te vas a hacer a ti mismo, llenando tu corazón de tanto rencor y de tanto resentimiento y de tanta rabia.

Y esto es algo que en el fondo sabemos que es así, pero que encontramos un regusto en el no perdonar a los demás, como si fuese nuestra forma mínima de traer justicia y equilibrio al mundo. Y nos empezamos a enredar y a confundirnos. Pensamos que para que nosotros perdonemos a alguien, esa persona tiene que hacer dos cosas.

Tiene que pedir perdón sí o sí, lo cual ya hace que le demos todo el poder a esa persona para sacar nuestro rencor y nuestro resentimiento de nuestro corazón, puesto que hasta que no nos pida perdón nosotros no podremos perdonar y liberarnos de ese rencor y de ese resentimiento. Y después también exigimos que la otra persona se lo gane, que se lo merezca de alguna forma.

Y lo que yo digo siempre, a ver, si una persona te pide perdón y encima se lo merece, es que no estaríamos haciendo ahora este episodio de este podcast. ¿La perdón sería automático? Toma, ¿por qué no lo ibas a dar si la persona te pide perdón y encima se lo ha ganado? Habría que empezar a preguntarse cómo se supone que te ganas el perdón de alguien a quien aún no le has pedido perdón o al que se lo acabas de pedir, ¿qué haces? Bastante notario y haces ahí una nota de que no vas a volver a hacerle daño nunca más, no funciona así.