Pared con pared a4nv

Bienvenidos a esta nueva exploración sonora. Hoy, bueno, nos metemos de lleno con Pared con Pared, una banda de Zaragoza que está haciendo bastante ruido. Acaban de sacar Generación H. Es el segundo adelanto de lo que será su próximo disco y, ojo, que la canción tiene miga. Sí, sí, tiene mucha miga porque va más allá de ser solo música, ¿verdad? Es casi casi un grito generacional. Exacto, que apura muy bien esa sensación de, bueno, de haber crecido con unas expectativas, ¿no? Nos decían, estudia, esfuérzate, tendrás tu recompensa. Claro, camino marcado.

Eso es. Y de repente, pues, te encuentras con precariedad, con ansiedad, con una incertidumbre que es constante. Y esa H del título, clarísima, es la H de hartazgo. Para nada. Y ahí está la clave, creo yo, en cómo plasman esa disonancia, esa disonancia colectiva, esa fractura entre lo que te prometieron y la realidad que vives. Porque la formación, el esfuerzo, pues sí, muy bien, pero luego llega la inflación, la inestabilidad en el curro, una fragilidad que lo impregna todo, ¿no? Uf, sí. La canción consigue destilar esa frustración que es de muchos.

No es algo individual, es un patrón que ves a tu alrededor. Funciona como como una válvula de escape, ¿puede ser? Totalmente. Es un catalizador emocional, diría yo. Toda esa rabia que a veces no sabes ni cómo nombrar, esa frustración que se acumula, pues aquí encuentra una voz. Es ponerle palabras, y bueno, también decibelios, a lo que mucha gente siente por dentro, pero calla, o no sabe cómo expresar.

Ya. Y me gusta cómo lo conectan con algo súper cotidiano. Esa pregunta, ¿cómo estás? Claro. Y la respuesta automática. Bien. Siempre bien. Aunque por dentro estés hecho polvo.

Exacto. Ese bien que es pura fachada, muchas veces. La canción parece que te invita a quitarte esa máscara, a decir, mira, no estoy bien, estoy harto, a soltarlo. Esa honestidad tan cruda, tan directa, es muy de ellos, es parte de su identidad, ¿no? Esa vena combativa.

Y es interesante ver cómo están evolucionando. Para este segundo disco, que parece que saldrá a finales de 2025, están currando con Candy Caramelo.

Ojo, buen productor. Sí, sí. Buscan como un salto de calidad en el sonido, más profundidad, más potencia, quizás. Pero dicen que sin perder esa esencia directa, esa visceralidad. Claro, que no se pierda lo que les hace ser pared con pared.

Eso es. Ya se intuía un poco, ¿eh? Con el single anterior, el de Engañagradadas, ya apuntaba maneras esta nueva dirección. Y toda esta energía, esta rabia, esta honestidad. Imagino que indirecto tiene que ser tremendo.

Pues mira, precisamente. Tienen fecha en Madrid, el sábado 21 de junio, en la sala Tempo Club.

Ah, pues mira qué bien. ¿Y qué se puede esperar? Pues tiene toda la pinta de ser un concierto de los que te dejan KO. Mucha potencia, mucha emoción. Van a tocar estos temas nuevos, claro, pero también repasarán lo anterior.

Suena que puede ser más que un concierto, casi una catarsis colectiva, ¿no? Totalmente. Ahí es donde esa conexión de la canción se hace real, ¿sabes? Donde la gente siente que no está sola en ese hartazgo. Compartir eso en vivo, gritarlo juntos, puede ser muy liberador. Como quitarse un peso de encima, sí.

Un exorcismo de esos demonios generacionales.

Ya ves, la comunidad encontrándose en el mensaje.

Exacto.

Al final, la sensación que dejan es que están logrando algo importante.

Construir un espejo donde mucha gente se mira y se reconoce.

Generación H no es solo una buena canción. Es un desahogo necesario, una validación para quien se sienta así.

Sí. Y esto, claro, nos lleva a pensar un poco más allá, ¿no? A ver.

¿Hasta qué punto este tipo de arte, de canciones que convierten la frustración de muchos en himnos, hasta qué punto se está volviendo un rasgo que defina esta generación? O quizá, incluso, un mecanismo para sobrevivir emocionalmente a todo esto, ¿sabes? Interesante reflexión.

Y claro, te preguntas, ¿qué otras formas culturales podrían aparecer, o están ya apareciendo, para canalizar todo este sentir colectivo en el futuro, más allá de la música? Pues sí. Una pregunta potente, desde luego.

La dejamos ahí, para darle una vuelta. Por hoy nuestra inmersión llega hasta aquí.

Gracias por habernos acompañado en este análisis. Hasta la próxima.

Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org