El órgano de la parroquia de Santa María Magdalena 2a965

Buenos días oyentes de rarardía de la cadena diaria Europa, les habla Rafael Martín aunque tras haber terminado de momento una etapa de continuidad periódica de mis comentarios sobre aspectos históricos culturales entre otros de nuestra localidad, hoy he querido ofrecer un nuevo comentario dada la importancia de uno de los eventos que van a tener lugar este fin de semana en nuestra localidad, me refiero a la bendición y la nueva propuesta en funcionamiento del recién restaurado órgano de la parroquia de Santa María Magdalena, un verdadero tesoro patrimonial que merece ser conocido y sobre todo difundido. A mediados del siglo XVIII el aral vivió una etapa clave de su historia marcada por acontecimientos que dejaron una profunda huella en su patrimonio, uno de los eventos más impactantes fue el terremoto de Lisboa de 1755, uno de los más devastadores de la historia, aunque no hubo víctimas en la localidad los daños materiales fueron considerables, muchas viviendas resultaron gravemente afectadas y los monumentos emblemáticos como la capilla de Veracruz quedaron casi destruidos, también hoy otro evento significativo que fue el proceso de construcción de la nueva capilla del santo cristo que se había iniciado en 1746 y se inauguró en 1761 a falta de completar la terminación de su torre que finalizó en el 1733.

La iglesia parroquial de Santa María Magdalena que ya mostraba signos deterioros por el paso del tiempo fue también una de las más perjudicadas por el seísmo, sin embargo en aquel momento la idea de construir una nueva parroquia ni siquiera se contemplaba, por eso puede resultar un poco sorprendente que en este contexto se decidiera la instalación de un órgano en la iglesia ante los propios problemas que había ocasionado el seísmo en la dicha dictada iglesia, este hecho se entiende mejor al considerar el gran auge de la organería en Sevilla entre 1748 y 1776, un periodo que impulsó la modernización y homogeneización de los órganos en toda la andalucía occidental.

Es cierto que la iglesia araherense tenía un peso importante dentro del sobispao sevillano y que se ubicaba en una localidad distinguida fundamentalmente por su fuerte vocación espiritual y formativa y esa influencia del auge de la organería caló en la propia comunidad religiosa de Aral que en aquel momento tenía una aprobación clerical muy amplia, según el catástrofe de Senada en Aral había 29 presbíteros y 75 clérigos y dominicas distribuidos en este hospital de la misericordia y tres conventos de los scanos mínimo de Nuestra Señora de la Victoria, de los scanos Tercalso de San Roque y de las dominicas en la iglesia de Nuestra Señora del Rosario. No se sabe con certeza de quién parció la idea y el encargo de la construcción del órgano, es posible que hubiera sido la casa de Osuna ya que ya en ese momento bajo el octavo duque de Osuna que ejercía una gran influencia en la localidad y en la propia iglesia, incluso participando activamente en el nombramiento de presbíteros.

También es factible que el encargo pudiera venir de un particular dado que era común en esa etapa realizar donaciones para la parroquia como así fue construcción de algunos retablos o en este caso puede ser del propio órgano. Lo que sí está claro que la iniciativa pudo surgir ante la posible demanda de la propia comunidad del entonces cura beneficiado y vicario de la iglesia de la villa don Diego Hilarión Sánchez Sotomayor. Durante ese periodo destacó la presencia de un importante organero español originario de Antequera, don Francisco Pérez de Valladolid. Ocupaba el cargo de maestro mayor de fábricas del asobispado de Sevilla y tenía su responsabilidad de evaluar el estado de los órganos que se planeaba reparar o sustituir, además de supervisar la viabilidad de los proyectos presentados. Precisamente fue él quien propuso la construcción del órgano de la iglesia parroquial de Santa María de Aral tras la demanda de la propia iglesia araelense y fue precisamente ese maestro organero de gran renombre en la época quien asumió la autoría del citado órgano. El trabajo de Pérez de Valladolid