OM MANI PAD ME HUNG 4h3l1o

Voy a aportar una pieza más de este puzzle para esta época de intensificación meditativa, de foco en nuestra evolución, en esa transformación tan intensa de la Tierra.

Ya hablé de la fuerza mántrica y aporté el mantra OM TARE TU TARE TURE SOHA, de cambio y transformación. Hoy voy a aportar otra pieza que es muy importante, tan importante como la primera, pero totalmente independiente.

Cada uno que haga estos mantras por separado a días concretos, cuando él lo sienta.

La de hoy es una meditación sobre el mantra OM MANI PEME HUNG, OM MANI PEME HUNG. ¿Por qué lo repito? Porque es una de las claves de la meditación mántrica, es la repetición.

Esto es un misterio tremendo y es una realidad cuántica interesantísima.

La fuerza del pensamiento, así como la de la palabra, cuando se repite, crea como un surco, va creando una provocación de aquello, un subrayar aquello, un invocar muchas veces hasta que está como integrado y la repetición de los mantras, igual que el rosario y otras cosas de otras tradiciones, incluso las chamánicas.

Es un hecho muy interesante porque está como acercando y acercando y acercando aquello que estás provocando, aquella afirmación o decreto.

Lo estás magnificando, amplificando, atrayendo una y otra vez, una y otra vez.

Eso es lo mismo que nos pasa cuando pensamos, cuando alguien dice, uff, yo creo que voy a tener cáncer, porque claro, mi abuela me dice, no, no, esto podría ser cáncer. Y una y otra vez lo piensa, lo que está haciendo es atraer el cáncer.

Quien dice eso dice cualquier otra cosa. Yo no sirvo para esto, yo no sirvo para esto.

Nunca va a servir para eso, porque tiene el mantra ese de no puedo grabado, grabado, subrayado, repetido. Es muy importante la repetición mántrica.

En la masería donde me formaron algunos lamas, cada mañana íbamos dando vueltas a una estupa, repitiendo 477 veces cualquier mantra, el del día, el que me enseñaran.

Y paseando y dando vueltas a una arquitectura que ellos tienen que se llama estupa, simplemente íbamos repitiendo el mantra, andando y repitiendo el mantra.

Eso es interesante, porque es como si se juntaran dos tipos de meditaciones, la meditación mántrica y la meditación en acción.

Yo aporto estos mantras porque los podéis incorporar a toda vuestra vida, a cualquier momento. Estáis cocinando o estáis paseando, lo que sea, y podéis ir repitiendo los mantras.

Vamos a hablar del OM MANI PEME HUM. Se trata de la fuerza de la compasión y del amor más puro.

Compasión para el budismo no es pena, es el amor en mayúscula, es el amor a todas las cosas, es la comprensión máxima de la otra persona o de una situación. Comprender, ponerse en el lugar del otro, amarlo desde su lugar, no desde el tuyo, no es desde la visión exterior, sino desde ponerse a su lado, en su interior, en su piel, en sus zapatos.

La compasión es algo muy precioso.