Trending Misterio
iVoox
Descargar app Subir
iVoox Podcast & radio
Descargar app gratis
mariaycuento
Nano y Esmeralda CAP.5

Nano y Esmeralda CAP.5 6r3n4o

18/4/2025 · 25:45
0
14
mariaycuento

Descripción de Nano y Esmeralda CAP.5 4q6m63

Continúa la escucha con el capítulo 5 de Nano y Esmeralda 174g2p

Lee el podcast de Nano y Esmeralda CAP.5

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Cinco. Aquella noche, Nano tuvo un sueño maravilloso lleno de campanas. Tan, tin, ton, tan, tin, ton.

Se encontraba en el parque, con Esmeralda. Pero también estaban sus padres. Rosa, Luisma, Arancha, Fermín y Zaca. Todos juntos lo pasaban de rachupete jugando un partido de fútbol con un ovillo de lana. Esmeralda y él eran los capitanes. Para elegir a su equipo, se ponían uno frente a otro, separados unos metros, y luego iban avanzando poco a poco. O mejor dicho, pie a pie, hasta encontrarse. Al que no le quedaba sitio para meter el pie, ganaba y elegía jugadores en primer lugar. Pero antes tenía que decir, monta y cabe, y hacer una línea en el suelo entre los dos pies con el borde del zapato. Se levantó más risueño que nunca.

—¿De qué te ríes? —le preguntó Luisma en el cuarto de baño. —¿Yo? No me estoy riendo.

—¿Qué no? Solo cuando se sentó a la mesa para desayunar, se dio cuenta de que aquella noche había soñado una barbaridad. Por eso trató rápidamente de recordar lo que había soñado y lo que no. —Nosotros no hemos jugado ningún partido de fútbol ayer, ¿verdad? —¿Quiénes? —preguntó el padre distraído mientras mojaba una galleta en el café con leche. —Mamá, y tú, Rosa y Luisma, y yo, y Esmeralda, y Fermín y Izaka.

Luisma casi se atraganta al beber la leche. —¿Qué estaba diciendo su hermano? ¿Acaso iba a seguir con lo del accidente del día anterior? —Pues claro que no —respondió el padre.

—Yo tampoco —ratificó Luisma. —No sé cómo te las arreglas —intervino la madre.

—En cuanto te sientas a la mesa, empiezas a decir tonterías.

—No son tonterías. Es que lo he soñado. —¡Ah, bueno! —respiró al fin tranquilo Luisma.

—Yo he soñado que estaba en la selva, y un león muy grande.

—¿Queréis desayunar de una vez? —los cortó el padre.

Nano estiró el brazo y cogió un par de galletas. A una le untó mantequilla y a la otra mermelada.

Luego las juntó y las mojó en la leche. —¿Sonaron ayer por la tarde las campanas de la iglesia? —preguntó.

—Sí —respondió el padre. —Entonces eso no lo he soñado.

¿Sabes que las hice sonar yo? —¿Tú? —Bueno, Esmeralda y yo. Luisma agachó la cabeza y se concentró en su tazón de leche.

Uf, su hermano era un inconsciente. ¿A quién se le ocurría insistir en una cosa semejante, ni más sabiendo que la situación no era precisamente favorable? —Lo que se va a organizar —pensó.

—No habrás hecho alguna jaimitada —rugió el padre, que se temía lo peor.

—Es que… —se justificó inmediatamente Nano—, íbamos volando sobre Bronifraustan. Perdimos altura sin darnos cuenta y, además, Esmeralda se volvió hacia mí. Por eso no vio el campanario.

El padre arrugó la frente de una forma muy rara y se quedó mirando a Nano, entre pensativo y misericordia. Y de pronto… —¡Desayuno y calla! —gritó. Nano sacó las galletas del tazón, pero cuando se las iba a llevar a la boca, se partieron, y un trozo, el más grande, cayó en el centro del tazón. E hizo plaf, como las piedras que tiraba al estanque del parque.

Y cuando iba a observar si se formaban ondas concéntricas, unas manos lo levantaron bruscamente de la silla. —¡Ya te has salpicado la camisa limpia! ¡Esto es el colmo! Y mientras se cambiaba de camisa, pensaba si el colmo era él o simplemente el acto de mancharse la camisa limpia. Cuando volvió a sentarse a la mesa, ya sólo quedaba Rosa, la más lenta, comiendo. —¿Es verdad que una viejecita te está tejiendo un jersey? —le preguntó.

—Se llama Esmeralda —respondió en voz baja.

—¿Cómo es el jersey? —Completamente liso.

—¿O no? —Depende, a lo mejor es de colores, como el arco iris. —¡Qué bonito! —No te lo puedes ni imaginar. Ina no se bebió el tazón.

Comentarios de Nano y Esmeralda CAP.5 2w4d

Este programa no acepta comentarios anónimos. ¡Regístrate para comentar!
Te recomendamos
Ir a Hijos y educación