La mujer que siempre ganaba. 1n6fg

Imagínate que está lloviendo afuera. Las gotas golpean suavemente contra la ventana.

El viento mueve las ramas de los árboles y el sonido del agua nos envuelve en una sensación de calma. Os pido disculpas si se cuela algún sonido de gota de lluvia a través del cristal en el micrófono. El caso es que hoy día, 8 de marzo, día de la mujer, es el día perfecto para contar una historia. Una de esas que parecen sacadas de un cuento, pero que en realidad son completamente reales. Una historia que sin duda merece ser recordada. Y que os voy a hablar de Helen Hadsall, una mujer extraordinaria que tenía un don especial. Y no, no era una maga ni tenía poderes sobrenaturales. Pero su vida estuvo llena de sorpresas increíbles.

Ella era la mujer que siempre ganaba. Helen nació en 1924, en una época en la que la vida no era nada fácil. Creció en una familia humilde en la que sus padres le inculcaron valores que la acompañarían toda la vida. El trabajo duro, la disciplina y la confianza en uno mismo. Desde pequeña entendió que nada se consigue sin esfuerzo. Pero que al mismo tiempo la actitud y la mentalidad juegan un papel clave en lo que logramos. Ella no fue una niña a la que todo le llegara servido en una bandeja de plata. No. Aprendió a valorar cada cosa que tenía y a entender que el mundo es de aquellos que se atreven a intentarlo.

Esa lección quedaría grabada en su mente y le ayudaría a lograr cosas que muchos considerarían imposibles. El caso es que Helen descubrió un libro titulado El poder del pensamiento positivo de Norman Vincent Payne. En él revelaba cómo ganar muchas cosas. Ella llevaba una vida muy común hasta que descubrió algo que cambiaría su destino al leer este libro. Esta ley se llamó la ley de atracción y un día leyendo este libro sobre concursos y sorteos se dio cuenta de que muchas personas ganaban premios pero ¿y si ella pudiera ser una de esas personas todo el tiempo? Así que comenzó a participar en cada concurso que se encontraba.

Pero no lo hacía de cualquier manera. Helen tenía un método muy especial. Visualizaba su victoria antes de que sucediera. Se convencía de que ya había ganado y luego enviaba su participación con toda la confianza del mundo. Y entonces, entonces los premios comenzaron a llegar. Imagínate abrir el buzón y encontrar una carta que dice felicidades has ganado una televisión o un coche o incluso una casa. Porque Helen llegó a ganar todo eso y mucho más. Uno de sus premios más impresionantes fue en 1969 cuando ganó una casa completamente amueblada en una feria patrocinada por la revista Better Homes and Gardens.

Y es que durante su vida Helen ganó más de 5.000 concursos. Desde pequeños premios como electrodomésticos hasta viajes exóticos. Su capacidad para atraer