MUERTE EN LA VICARÍA de Agatha Christie (capítulos: 20, 21 y 22) | Audiolibro 184070

Capítulo veinte al llegar a la vicaría me enteré de que estábamos atravesando una crisis doméstica griselda me recibió con lágrimas en los ojos y mi chico al salón sepa quien se va sea despedida me era imposible recibir la noticia en forma trágica bien repuso buscaremos otra cocinera me pareció que eso era lo apropiado cuando una criada se va se busca otra me extraña ante la mirada de reproche de griselda no tienes corazón ley no te importa no me importaba naturalmente más bien me complacía el pensamiento de que no tendría que volver a comer budín es quemados y verduras crudas tendré que buscar a otra chica y enseñarle dijo griselda con voz lastimera ha sido mérida enseñado pregunte claro que sí supongo pero seguí que alguien le ha de dirigirse a nosotros llamándonos señor o señora y que se ha apresurado a contratar sus servicios lo siento por sus nuevas patronos no se trata de eso repuso griselda nadie la quiere no puede imaginar que haya alguien que desee llevarla a su casa son sus sentimientos esta terriblemente disco estado porque les dispara estilos dijo que no quitaba bien al polvo a menudo crisis enlace extrañas manifestaciones pero sus palabras me parecieron tan sorprendentes esta vez que su veracidad tan raros se me antoja que prefiero hiciera manifestación este tal naturaleza y reprochar a nuestra criada en el que hacia las labores domésticas no me parecía propio del betis y así lo dije no veo porque betis prefiero sea que preocupar por el polvo de nuestra casa esto es precisamente lo raro repuso mi esposa quisiera que hablar es comer y esta es la cocina no tenía el menor deseos de hablar comer y sobre eso pero griselda me empujó hacia la puerta de la cocina ante este que tuviera tiempo de revelar me metí estaba pelando patatas buenas tardes dije nerviosamente volvió la cabeza me miró y pufo pero no contesto a mi salud mi estrés clement me comunica que quiere usted dejar nuestro servicio dije maricón descendió a contestar algunas cosas que ninguna chica puede tolerar replicó quiere ser más explícita por favor como quiere explicarme lo que le ha costado se lo tienen dos palabras reposo sus naciones aritmética son francamente muy elementales la gente viene espiando para aquí en cuanto me vuelva de espaldas todo el mundo meter las narices donde no debe que puede importar ella cuantas veces quito el polvo del gabinete si usted y su esposa están satisfechos los temas no tienen por qué meterse en ello lo importante es que ustedes estén contentos nunca me había hecho sentir satisfecho confieso que tengo debilidad por las habitaciones barridas sin limpiar a esa fondo cada mañana me parece muy mala costumbre de mérida limitarse a pasar al trapo por los lugares visibles en que el polvo se ha acumulado en mayor cantidad sin embargo me parece que aquel no era el momento más apropiado para exponer mis puntos de vista tuve que asistir a la indagatoria yo una muchacha respetable y colocarme antes doce hombres sin saber que preguntas me iban a hacer una costumbre servir en casos en que se cometen asesinatos y no quiero que tal cosa vuelva a suceder espero que sea dije de acuerdo con la ley de probabilidades es casi imposible que se repita no siento simpatía por la ley él era magistrados y mandó a la cárcel a más de un pobre hombre por cazar un conejo y después antes de que se le entierre recientemente su hija aparece por aquí diciendo que no hago piel la limpieza ha estado mis prefiero por aquí la encontrar la casa cuando volví del el lugar estaba en el gabinete dijo estaba buscando mi vagina amarilla la que el otro día pues yo no la he visto le contesté no estaba aquí cuando limpia la habitación el jueves por la mañana no me extraña que la viera dijo me parece que en muy poco tiempo en limpiar las habitaciones verdad entonces paso el dedo por la repisa y la mira como si hubiera tenido tiempo de hacer una limpieza a fondo del gabinete cuando la policía abrió la puerta solo ayer por la noche si el vicario la esposa están satisfechos a nadie le importa la forma en que trabajo le contesté entonces se echó a reír y cuando salía por la puerta ventana se volvió a miami está usted segura pregunta comprenda dije ya le he explicado porque quiero irme una tiene sus sentimientos siempre estado dispuesta a matarme trabajando por usted y su esposa y si ella quiere preparar un plato nuevo estoy siempre dispuesta para que estoy contenta de mi claro que lo está le dije para calma