El misterio de la habitación cerrada 3c355z

¿Dónde está el fiambre? No sé cuántas veces lo tengo que repetir.

No está aquí.

¿Cómo sé yo que no está detrás de esa puerta? Porque entonces estaría mintiendo.

Y yo no miento con esas cosas.

Tal y como yo lo veo, solo hay dos opciones.

O alguien lo levantó, o nunca llegó a salir de aquí.

Usted lo vi ayer con sus propios ojos.

Estaba aquí mismo.

Y usted fue la última en irse.

¿Y la primera en llegar esta mañana? Por eso estoy segura de que tiene que estar aquí mismo.

En algún lado.

¿Qué gano yo con esconderlo? Un buen negocio.

Oiga señora, ya me estoy hartando.

El fiambre era su responsabilidad.

Si ha desaparecido es cosa suya.

Yo no soy un crímen.

Y yo le digo a usted que cuando llegué a mi casa saqué los filetes, el lomo y el salchichón.

Y el fiambre no estaba en la bolsa.

Pues se le habrá caído por la calle.

Yo ayer pagué 4,90 por el fiambre.

Y de aquí salgo o con el fiambre o con los 4,90.

Oiga señora, que tengo gente esperando.

Y yo tengo toda la mañana para espantarle a la clientela.

Así que usted verá.

Sin el recibo no puedo hacer nada.

Aquí tiene.

Desde luego hay gente con mucha cara en este mundo.

Lo que hay es mucho sinvergüenza que nos toma a los demás por idiotas.

Buenos días.

Gerardo, son las 11.

He tenido que preparar la comida para mañana y decirle a una vecina que se quede con los niños.

Deberías volver con tu marido.

Así tendrías a alguien que te eches una mano en casa.

¿Me has hecho venir hasta aquí para decirme lo de siempre? Te he llamado para que me ayudes a evitar un asesinato.

Emilio Ruiz ha estado recibiendo amenazas de muerte durante los dos últimos meses.

Mañana recibe el premio de empresario del año y los anónimos dicen que no llegará a recogerlo.

Este es el último. Llegó esta mañana.

¿Pero y yo qué pinto aquí? Tienes a un montón de gente mucho más preparada que yo para esto de las vigilancias.

Este hombre es amigo del concejal de seguridad.

Ah, y quieres quedar bien con el ayuntamiento.

Quiero que vean que mis mejores agentes están en los casos más importantes, listilla.

Claro, y este hombre no habrá querido ir a un piso protegido.

Con esta casita...

Esta noche celebró una cena y no ha querido suspenderla.

Todo lo que hemos conseguido es que redujese el número de invitados.

Buenas noches.

Hombre, jefe.

Llega tiempo para la tarta de chocolate y tomar una copa.

¿Chocolate? Señor Ruiz, le presento a la inspectora Laura Lebrel.

Mucho gusto.

¿Lebrel? Qué graciosa.

Como los perrillos.

¿No? ¿Te gusta el chocolate, inspectora? Comer es mi vicio, mi único vicio.