
Descripción de El misterio del loro azul 2h1642
Un chef de reconocido prestigio fallece en su restaurante. Laura, que por accidente asiste a su funeral, sospecha que la verdad sobre la inesperada muerte sólo la sabe la mascota del restaurante, un precioso loro azul. La inspectora Lebrel propone que se efectúe la autopsia al loro para confirmar que tanto él como su dueño han sido envenenados. 6vw38
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
¿Quién está en el baño? Maite, que se ha quedado sin agua caliente y ha pasado a darse una ducha.
Mamá, ¿Maite no se quita los pelos de las piernas como tú? No.
¿Tú has pasado la noche con alguien? ¿Qué dices? ¿Te estaba molestando? Me estaba puteando, como todas mis citas últimamente.
Yo quiero volver con Laura.
En eso siempre he sido sincero contigo, Lidia, ¿o no? ¿Me da que no eres el único que tiene cosas que ocultar? Cada vez se le ve pasar más tiempo con Martín.
Papá, ¿no quieres que tú y Martín seáis amigos? Yo no sé si es que te falta cerebro para saber dónde está la línea o es que te sobran huevos para cruzarla, macho.
¿Un café? Me encantaría, pero es que tengo que ir a ver El ratoncito este.
Una película de dibujos.
Es para estar con los gemelos.
¿Qué gemelos? Esos rubitos de ahí.
Te ayudo a buscarlos.
Gracias.
¿Nos escondemos los tres? No, ¿no? Yo soy un tipo muy divertido, sé reconocer cuando una cosa tiene gracia, cuando no la tiene, y os lo aseguro, ¡esto no la tiene! ¿Perdiste a mis hijos en un centro comercial? Yo ya estoy harta de mentiras, Martín.
Y de que todos hagáis un papel estando conmigo.
Vaya, ¿te has comprado un anillo? No, que va, es un regalo.
No me digas que tienes un irador.
Tarde o temprano encontrarás a alguien a quien le encaje.
No quiero ver ni una escámara.
¡Esa carne, sólo vuelta y vuelta! ¡Que alguien apague ese fuego, joder! Wilson, ¿qué coño haces aquí? Doña Carmen me dijo que me iba a dar otra oportunidad.
En mi cocina quien da las oportunidades soy yo.
Y tú perdiste la tuya este mediodía.
Pero jefe, ya...
Termina lo que estás haciendo y te largas.
Mañana te buscas un trabajo repartiendo pichas.
¿Es para la mesa diez? Ya la llevo yo.
Ve a la cocina que hay trabajo.
Sabía que tendrías la bocavergüenza de aparecer esta noche.
Lo que tenía que hacer era echarme unas risas.
Lo de este mediodía ha sido bastante sonado.
La broma te va a salir cara.
Ahora tampoco, que es para ponerse así.
A pesar de lo que he comido hoy tienes el restaurante lleno.
Sí, eso es cierto.
Mi negocio va como un tiro.
No todos pueden decir lo mismo, ¿verdad? Ha llegado el pedido de la farmacia.
Lo he dejado en tu mesa.
Y otra cosa.
Luis ha venido.
Está en la cinco.
¿Por qué le has dejado pasar? Empezó a hablar de lo que pasó el mediodía.
Los clientes le iban a oír.
Dice que quiere hablar contigo.
Luego.
Y después tú y yo tendremos unas palabras.
¿Sobre qué? Tú ya lo sabes.
Pensaba que no me iba a dar cuenta.
¿Todo correcto? ¿Todo bien? Ignacio.
Luis.
Carmen me ha dicho que estabas. ¿Qué tal? ¿Cómo va todo? Mejor de lo que te va a ir a ti.
Eso es seguro.
Luis, quiero que hablemos, pero ahora mismo no puedo.
Porque...
Porque no te esperas tomando una copa.
O mejor aún, baja a la bodega y escoges tú mismo el vino.
Por cuenta de la casa.
¿Cómo está hoy, mi lorito azul? ¿Me has echado de menos? ¡De menos!
Comentarios de El misterio del loro azul 273w4b