El misterio del cadáver anunciado 3x2z4g

Vaya, ¿te has comprado un anillo? No. Que va, es un regalo.

Se llama Ismael, tiene 45, divorciado, simpaticísimo.

Esto es una feta, ciegas.

Ismael. Laura.

¿A qué te dedicas? Soy contable.

¿Tú también eres contable? ¿Contable? No me delates.

Te da miedo salir con él.

Maite, no voy a quedar con él.

Hola.

Hola.

¿Se te ha caído la...? La lencería.

Si la pierdo, me da algo.

A mí sí que me da algo.

¡Qué rápido me desnudas! ¿Qué tienes ahí? Nada, no, no. Que me he cortado la fita.

Había pensado irme a tomar unas cañas para quitarme de encima el día.

¿Te apuntas? Me apuntaría, pero...

Han venido los amigos a buscarme.

¡Anda, el patito feo! Nos gusta más Spiderman, ese cuento es una mierda.

Y sé que eres despistada, cariñosa y divertida.

Y siento que puedo confiar en ti.

Esto va de mal en peor.

La bola de nieve ya es muy difícil de parar.

Yo no sé qué hacer.

Yo quiero volver con Laura.

En eso siempre he sido sincero contigo.

Me da que no eres el único que tiene cosas que ocultar.

Mi exmarido, un amigo, un amigo, mi exmarido.

Me da igual quién seas, o te sientas tú o te siento yo.

Cuéntalo.

Oye, te vas a sentar, que estoy en mitad de una detención.

¿Quién te crees que eres? ¿Quién coño eres? ¡Soy policía! Oye, ¿qué estáis los dos en una cama? Para que no tengas que hacer dos...

Y si me queréis ayudar, tenéis que empezar por recoger los juguetes cuando volvéis del colegio.

No podemos, estamos muy cansados.

Ay, cansados, están cansadísimos.

Buenas noches.

Sí, sí, sí, os veo un poquito.

¿Por qué no vais al salón y me traéis el móvil? ¿No es mejor? Sí, mucho mejor.

Ya veo bultos, Maite.

Todo borroso, pero bultos.

La radiografía está bien.

¿Al final? La ceguera era solamente un efecto secundario de la conmoción cerebral.

Oye, ¿tú estás segura que no quieres ir a casa? De verdad.

Es que los niños se asustaron mucho, Maite.

Y ahora con las gotas enseguida veré.

A ver, si puedes saber dónde estabas, bonita.

Te recuerdo que ahora trabajas aquí y me estás dando un palo al agua.

¿Has visto cómo salvar? Bueno, ¿qué quieres que haga? Si una pobre amiga ciega me llama pidiéndome ayuda...

Ya te vale, guapa.

Y mira tu excusa otro día.

¿Por qué trabajas aquí? Solo algo temporal.

Yo necesito dinero.

Y Victoria, una camarera urgentemente.

Ah.

Pues nada, ánimo ya el toro.

Podemos apostar, a ver cuánto aguantas.

Dios mío, ahora veo menos todavía.

Maite.

Maite.

No me has dado lugar. Tienes que matarla ya.

Que nos vale todo el mundo.

No podemos planear un asesinato a virtud.

Mira.