
Mi mujer madura y el chico de enfrente. 576512
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Mi mujer madura y el chico de enfrente. Una tarde de juegos con mi mujer madura en el hotel nos lleva a invitar a un chico que miraba desde la habitación de enfrente del hotel...eso es solo para empezar Siempre habíamos fantaseado con un tercero, que interactuara con mi mujer y ese fin de semana de escapada en el hotel lo habíamos imaginado como posible ... atrevernos de una vez. si quieres y gustas aportar al canal puedes arnos por o el pay pal [email protected] paypal.me/relatossex fuente / autor https://www.todorelatos.com/relato/230905/ 1p4s6x
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Ahora sí comencemos.
Mi mujer madura y el chico de enfrente Una tarde de juegos con mi mujer madura en el hotel nos lleva a invitar a un chico que miraba desde la habitación de enfrente del hotel. Eso es sólo para empezar.
Siempre habíamos fantaseado con un tercero, que interactuara con mi mujer y ese fin de semana de escapada en el hotel lo habíamos imaginado como posible, atrevernos de una vez.
Metidos ambos en los cincuenta, más cerca de los sesenta, ella se conserva bien, aspecto serio, clásico, casto de puertas afuera.
Mi mujer se exhibía para mí embraguitas y sujetador, sabiendo que el chico de la habitación de enfrente al otro lado del patio la estaba mirando, yo le decía que adelante, que se quitará su sujetador sin mirar al chico, pero que le saludara de lado para que él supiera que eso iba dedicado a los dos.
Se giró y de espaldas al chico desabrochó el sujetador dejó caer un tirante luego el otro sacó el sujetador y por encima de su hombro lo dejó en la espalda para que lo pudiera ver el chico, luego cayó al suelo.
Se estaba animando, sus manos acariciaban su espalda yo la animé, le dije.
Date la vuelta tapando tus tetas con las manos y muévete así frente al chico y ella muy seria con una cara de estar excitada, así lo hizo, se giró y acariciaba sus pezones sin dejar verlos mientras bailaba para el chico.
Este le hizo un gesto acariciando por encima de su albornoz su paquete y vi que mi mujer tapaba con un brazo sus dos pechos y con la mano libre llevó el dedo a su ojo diciendo, quiero ver señalando luego al chico, diciéndole que es lo que quería ver.
Su expresión era seria más bien excitada, el chico dejó caer su albornoz quedándose en bóxer y mi mujer me dijo un no está nada mal y vi cómo acariciaba sus tetas con más ganas mientras seguía el movimiento suave de la música.
El chico le hizo el gesto de levantar las manos y descubrir sus tetas y así lo hizo aquello me puso súper cachondo, ella me miró cerciorándose de mi acuerdo en lo que estaba pasando y ahora ella tomó la iniciativa llevándose un dedo al ojo indicando que quería ver cómo se quitaba el bóxer.
El chico respondió con un gesto diciendo que luego le tocaría a ella y me dijo, le he dicho que se quite el bóxer y me ha contestado que a cambio me quité mis bragas, lo hago? Es un trato, deberás hacerlo. A mí me está encantando. Pues a mí me está poniendo súper caliente y antes de terminar el chico se había quitado el bóxer y miraba hacia ella con una incipiente erección, mi mujer dijo.
Va madre mía. Yo le pregunté te gusta? Claro que me gusta. Pues te toca corresponder ahora acerqué una silla poniéndola de espaldas al chico, mi mujer me sonrió y soltó un. Allá voy.
Se apoyó en la silla con una mano, mirando la erección que el chico mostraba, como para tomar ánimos, se giró ofreciendo su espalda y comenzó a acariciar sus nalgas, hay que decir que son grandecitas pero muy ricas, es de carnes prietas, hizo el amago de bajar su tanga de espaldas al chico llegando hasta por los muslos. Luego lo volvió a colocar y se sentó.
Yo estaba a cuadros, no me lo podía creer, no imaginaba que llegara a hacerlo pero veía que estaba súper lanzada. Se sentó, giró la silla, poniéndose de lado al chico, metió sus dedos por las tiras laterales del tanga elevó su culito y tiró de él, se quedó con el tanga en la mano, lo hizo girar en su dedo y lo colocó sobre su pubis. El chico aplaudía viendo el espectáculo y ella giró la silla colocándola frente a él, el chico hizo un gesto de que quería ver y mi mujer me dijo.
El chico quiere ver el coño de tu mujer. Y mi mujer está deseando enseñárselo, a que sí, y ya frente a él, se abrió de piernas dejando el tanga tapando su pubis, se acarició su rajita con él, cerró sus piernas, le mostró cómo dejaba caer de sus manos el tanga y de pronto sus piernas comenzaron a abrirse hasta mostrarle sus labios vaginales completamente abiertos.
Se la notaba muy excitada y le pedí que se pusiera de pie y apoyara sus manos sobre la silla mostrando su culazo y que deslizara una mano entre sus piernas acariciando sus labios, metiéndola entre sus nalgas, ahí dejó escapar algún gemido, se puso erguida y mirando al chico acariciaba sus labios y su pecho dándose placer.
Le pregunté te lo follarías, pensé que iba a decir que no, que el juego llegaba hasta ahí, pero la excitación era mayor y me dijo. ¿Quieres verme follar con él? Lo estoy deseando cariño y creo que tú también. Vamos a jugar y ya siguió mirándole cómo se masturbaba y subió un pie a la silla y comenzó a acariciar su cuerpo lentamente llevando sus manos dedicándose más profundamente en sus partes más sensibles, sus pechos su vagina su clítoris.
Viendo el estado de calentura que tenía escribí en un folio el número de la habitación en grande, se lo mostré el chico haciéndole el gesto de que viniera. Hizo un gesto de ok con el pulgar y comenzó a ponerse el albornoz. Mi mujer de pronto se vino abajo empezó entre nerviosa excitada y acojonada a reír y decirme. Hay madre que viene para acá, la que has liado. Se va a montar una vuelta.
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