
La magia que esconden los espejos. 7515p
Descripción de La magia que esconden los espejos. 1r3125
Javier Navarrete, escritor e investigador. Desde su remoto origen, el espejo se convirtió en un instrumento sagrado y cargado de magia. Utilizado por brujas y alquimistas, ha servido para adivinar el futuro, convocar a los muertos y alcanzar la piedra filosofal. En otras manos, ha sabido provocar la risa con sus reflejos deformes, causar asombro con sus trucos de escenario, y mostrar la belleza. f1k3d
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No se sabe con seguridad cuándo apareció el espejo en la vida del hombre, pero lo cierto es que sabemos de su existencia desde la más remota antigüedad, encontrando dicho objeto en todas las civilizaciones, desde América hacia África pasando por Europa.
No obstante, para aquellos que vivimos en pleno siglo XXI observamos al espejo como un elemento de uso corriente en nuestro paseo diario, pero si echamos la vista atrás nos encontramos que, para nuestros antepasados, ésta tenía una finalidad religiosa y mágica y que se utilizaba de muy diversas formas.
Se ha dicho del espejo que es símbolo de la imaginación o de la conciencia, ya que tiene la capacidad de reproducir los reflejos del mundo visible en su realidad formal.
A sí mismo se le relaciona con el agua reflejante y el famoso mito de Narciso, leyenda que según algunos investigadores nos lleva hasta el primer espejo de la historia.
Pero ¿soy yo en realidad quien aparece reflejado en este objeto? ¿Le miro yo a él o él me mira a mí? ¿Continúa la imagen del espejo cuando yo me voy? ¿Es cierto que se ha empleado como elemento adivinatorio? ¿Qué hay al otro lado del espejo? Esta noche resolveremos estas y otras dudas de la mano de Javier Navarrete, escritor y autor del libro La magia del espejo, de la editorial Zenit.
Javier Navarrete, buenas noches. Muy buenas noches, Pedro.
Bienvenido, Javier. Muchas gracias.
Javier, si tuviéramos que mencionar alguna característica del espejo, esta sería la de utilidad, ya que nos hace la vida más agradable. Por ejemplo, nos permite afeitarnos sin problemas o incluso saber quién viene detrás de nuestro coche, evitándonos así tener un accidente. Pero, no obstante, Javier, en tu obra dices que el espejo no es un instrumento inocente. ¿A qué te estás refiriendo con este término? ¿Qué es lo que encierra tras de sí el espejo? Efectivamente, no es inocente.
Lo que pasa es que estamos tan acostumbrados a que esté a nuestro alrededor y a ser utilitario, a ser un útil que manejamos, pues eso, para afeitarnos, para mirarnos, para ajustarnos el lodo de la corbata. En fin, que no nos miramos realmente. Pero si atendiéramos un poco a cómo actúa el espejo, vemos que de entrada funciona con abuso de autoridad, con abuso de poder, porque nos plantea en una situación en la que él domina.
Por ejemplo, nos ponemos frente a él, nos vemos, pero no podemos comprobar que lo que estamos viendo es real, porque no podemos, por ejemplo, mirarnos directamente nuestra propia cara. Entonces la enseña el espejo, pero nos tenemos que creer que es nuestra y que es así, porque no lo podemos comprobar.
Si en un juego de espejos puestos adecuadamente nos miramos la espalda, pues también tenemos que creernos por un acto racional que es nuestra espalda y que es así, porque tampoco podemos mirarla directamente. De manera que nos enseña, en ocasiones, aquello que no podemos comprobar que sea real. De manera que está jugando, por eso te decía, con cierto abuso de autoridad, con cierta ironía hacia nosotros mismos y desde luego con muy poquita inocencia.
O sea que estamos hablando de una pequeña ambigüedad. En cualquier caso, la pregunta puede ser también, puede tener una tilde psicológica, Javier, ¿qué es lo que refleja ese espejo? Nunca se sabrá, nunca se sabrá, porque de entrada nos ponemos frente a él y no nos refleja cómo somos. Empieza ya falseándonos en el sentido, y ahí viene precisamente lo que hace el espejo y donde demuestra su doblez. Nos genera un doble, pero ya es un doble ficticio.
En teoría promete una objetividad, promete reflejar exactamente y con toda realidad lo que se ponga frente a él, pero no es cierto. Ya de por sí las leyes de la óptica implican unos trucos, unas inversiones, una serie de fenómenos que cambian, que no están, digamos que es verdad, siguiendo las leyes de la óptica, pero estas leyes de la óptica cambian mucho la realidad. Entonces es muy difícil saber realmente lo que está representando el espejo.
¿Puedo ver la imagen en el espejo cuando nos hemos ido? Esa es una buena pregunta. Hay un cuento precioso, bueno una antigua leyenda que recoge Borges en uno de sus libros, que habla de una leyenda de tiempos del emperador amarillo, en China, y cuenta que...
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