La filosofía y la ética j576h

Se entiende a la filosofía como el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones como, por ejemplo, la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente o el lenguaje.

Asimismo, la búsqueda de la verdad y de la respuesta a los enigmas sobre la existencia ha sido la piedra angular en la que muchos filósofos y maestros han dedicado su vida a reflexionar.

Precisamente, nuestro siguiente invitado, en su última obra, nos ofrece unos 262 fragmentos filosóficos fruto de su estudio y lectura y que ha ido recopilando en sus cuadernos de notas durante los últimos 15 años.

En dichos fragmentos reflexiona sobre temas como, por ejemplo, la lectura, la escritura, la distinción entre moral y ética, sobre Dios, el infierno, la compasión, la finitud, el deseo, el perdón, las víctimas o la muerte, entre otros muchos ámbitos.

Pero, ¿qué aporta la lectura al ser humano? ¿Qué se entiende por filosofía de la finitud? ¿Qué tipo de distinción existe entre ética y moral? ¿Hay en la actualidad una tensión entre lo ético y lo moral? ¿Qué distinción podemos hacer entre lo sagrado y lo santo? Bien, pues para responder a estas y otras cuestiones tenemos con nosotros a don Joan Carlos Melik, doctor en filosofía y letras, profesor titular de filosofía de la educación en la Universidad Autónoma de Barcelona, escritor y autor de La lectura es una plegaria, de fragmenta editorial.

Doctor Joan Carlos Melik, muy buenas noches.

Buenas noches, Pedro.

Bienvenido, doctor.

Un placer.

Muchas gracias.

Muchas gracias, de verdad.

Un placer tener a un buen filósofo que ya cuesta encontrar también a día de hoy porque siempre acabamos hablando de los presocráticos o de las últimas generaciones de aquellos griegos y aquellos romanos, pero, hombre, sí, tenemos filósofos también en el siglo XVIII, XIX y XX, pero hay que decir que a lo mejor no con la magnitud que han tenido aquellos pensadores de la antigüedad, ¿verdad, doctor? Sí, porque muchas veces la ciencia se ha ocupado de responder a algunas de las preguntas fundamentales que tradicionalmente trataba la filosofía y entonces entre la ciencia y los libros de autoayuda, digamos, que proliferan constantemente en las librerías, entonces la filosofía casi está en una tierra de nadie hoy en día que yo creo que debería reivindicarse porque es absolutamente fundamental.

Claro.

Antiguamente, un médico era filósofo también y un filósofo era médico, también era astrónomo, ¿verdad? Era un poco de todo y ahora, es verdad, la ciencia ha ido un poco desgranando en materias y el filósofo tiene que centrarse muy mucho en su parcela, que también entiendo yo que el filósofo tiene mucho que ver con la sociología, ¿no, doctor? Sí, pero yo creo que digamos que la filosofía tiene como tarea fundamental o debería tener como tarea fundamental problematizar, es decir, formular una serie de preguntas que otras ciencias y, por supuesto, las personas que viven cada día, pues por la premura del tiempo o por las razones que fueran, pues no suelen formularse, es decir, el filósofo andetudo es alguien que realiza preguntas y si volvemos a los griegos o a los medievales o a los filósofos del renacimiento, los filósofos modernos y, por supuesto, a los clásicos contemporáneos de la literatura incluso, ¿no? Es porque esas antiguas preguntas siguen vigentes, porque lo importante de la filosofía son esas preguntas que no pueden resolverse de forma definitiva, que toda respuesta será una respuesta provisional, esas preguntas acerca del origen, del fin, del sentido de la vida, de Dios, de la muerte, de las relaciones con los demás, etcétera.

No obstante, doctor Melik, ¿el hombre ha cambiado desde hace tantos años? Me explico, si nos seguimos planteando lo mismo de hace 2.000, 3.000, 4.000 años, no sé si verdaderamente el hombre ha modificado su mente, se ha dado cuenta que el mundo es más ancho que sus ideas, no sé.