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Descripción de Lo más lejano que podemos ver 4i1k4q
Cuando miras al cielo en una noche despejada… …quizá no lo sepas, pero te conviertes en un viajero del tiempo. Las estrellas que titilan sobre ti no están donde parecen. Algunas ya han muerto. Otras apenas empiezan a brillar… pero su luz aún no ha llegado. Cada punto luminoso es un mensajero que ha cruzado el abismo del espacio… …y del tiempo. La luz de Andrómeda, por ejemplo, comenzó su viaje cuando nuestros antepasados aún fabricaban herramientas de piedra. La de las estrellas más lejanas partió cuando el universo era un niño… …cuando no había Tierra, ni Sol, ni memoria alguna de nosotros. Mirar al cielo es asomarse al pasado. Es leer en la oscuridad la historia más antigua jamás contada. Y cuanto más lejos miramos… …más atrás viajamos. Hasta tocar, casi, el instante en que todo comenzó. Más información en https://bajolasestrellas-astrofotografia.blogspot.com/?m=1 4q622b
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Bienvenidos a Bajo las Estrellas, un podcast donde exploramos y compartimos la experiencia de observar el cielo nocturno. Hoy vamos a sumergirnos en algo que, bueno, que nos hace mirar muy, muy arriba. ¿Qué es lo más lejano que podemos ver en el universo, ya sea a simple vista o, bueno, con ayuda? Es una pregunta fascinante, sí. Y es curioso porque históricamente ha sido un desafío tremendo simplemente medir distancias.
¿Ah, sí? Piensa en Tycho Brahe, allá por el siglo XVII. Dudaba de Copérnico porque decía, si la Tierra se mueve, ¿por qué no vemos moverse a las estrellas cercanas? No veía el paralaje.
El pequeño baile aparente de las estrellas, ¿no? Exacto. Y tuvieron que pasar, ojo, 200 años hasta que Bessel, por los 1830, midió la distancia a 61 Cigni. Eso ya te da una idea de las escalas. Son enormes.
Empecemos por lo básico, entonces, lo que vemos sin nada, a simple vista. Los planetas, Saturno quizás.
Sí. Saturno suele ser el límite cómodo. ¿Urano? Urano está ahí, ahí, en el límite absoluto. Necesitas una noche perfecta y saber exactamente dónde mirar. Es muy, muy difícil.
Ya me imagino. ¿Y estrellas? La más cercana la conocemos todos, ¿no? Alfa Centauri.
Eso es. A poquito más de 4 años luz. Que ya es un viaje, ¿eh? Piensa que esa luz salió hace 4 años.
Claro. Pero, ¿y la estrella individual más lejana que podamos ver sin telescopio? He leído algo sobre una tal B762 Cassiopeia.
Ajá. Sí, esa es la que se suele aceptar. Pero necesita cielos espectaculares de verdad.
Nada de ciudad.
¿Y por qué esa? Está muy lejos.
Sí. Está a unos 16.000 años luz. Imagínate. La vemos tan débil porque está lejísimos, pero en realidad es una bestia. Brilla como 100.000 soles juntos.
¡Ostras! Claro. Por eso la vemos. Su luz salió de allí antes de que nosotros inventáramos la escritura. De hecho, casi todas las estrellas que vemos a simple vista son así. Gigantes muy luminosas. Las normalitas no se ven tan lejos.
Entendido. Pero ¿podemos ver más allá de estrellas sueltas, verdad? Pienso en Andrómeda.
Ahí has dado en el clavo. M31. La galaxia de Andrómeda. Eso sí que es un salto.
¿A cuánto está? A 2 millones y medio de años luz. 2,5 millones. Y claro, no ves estrellas individuales. Lo que percibes es una manchita difusa, ¿sabes? Es la luz combinada de sus billones de estrellas.
Increíble. Y esa luz empezó a viajar antes de que existieran los humanos modernos.
Exacto. Es el objeto más lejano que podemos ver de forma constante, sin ayudas. Una ventana a otro universo local, digamos.
Aunque leí también sobre un evento puntual, un estallido de rayos gamma en 2008. Algo que se vio unos segundos, pero que venía de lejísimos.
Sí, sí, los GRB son explosiones cósmicas brutales. Ese en concreto, su luz viajó unos 7.500 millones de años. Una pasada, aunque fuera un flash.
Para ver más lejos, de forma habitual, ya necesitamos… Tecnología. Telescopios.
Claro. Los telescopios hacen las cosas. Recogen mucha más luz que nuestro ojo, por eso vemos cosas más débiles y nos dan más resolución, más detalle.
Y además la naturaleza nos echa una mano a veces, ¿no? ¿Con eso de las lentes gravitacionales? Efectivamente. Es un fenómeno alucinante. La gravedad de objetos muy masivos, como un cúmulo de galaxias entero, curva el espacio a su alrededor.
Como si el espacio fuera una tela y le pones algo pesado encima.
Eso es. Y si justo detrás de esa masa, desde nuestra perspectiva, hay algo aún más lejano, la luz de ese objeto lejano se curva al pasar cerca de la masa. Actúa como una lupa.
Es un telescopio cósmico natural, tal cual. Y gracias a eso hemos podido ver cosas impensables, como la estrella Erandel.
La estrella individual más lejana jamás vista, ¿verdad? Sí. Bueno, vista gracias a una lente gravitacional. Está a una distancia que, si contamos la expansión del universo mientras la luz viajaba, son unos 28.000 millones de años luz. Es una distancia comóvil, se llama.
Uf, qué lío de números. Pero lo importante es que vemos su luz ¿de cuándo? De cuando el universo tenía solo unos 900 millones de años. Muy, muy joven. Esa estrella seguramente ya ni exista. Explotó hace miles de millones de años. Vemos su fantasma luminoso.
¡Qué vértigo! Y si hablamos de galaxias enteras, el James Webb ha encontrado cosas muy lejanas, ¿no? Sí, el JDVST está rompiendo récords. La galaxia confirmada más lejana ahora mismo es JADSGSZ13-0.
Vaya nombrecito.
Ya ves. Pero lo increíble es la distancia. Unos 33.600 millones de años luz como inmóviles.
Vemos la luz de la estrella.
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