Informativo diocesano COPE 18-05-2025 204u3n

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Muy buenos días. El pasado jueves la pradera de San Isidro se llenaba de madrileños para celebrar el Día de su Patrón en la cita tradicional con la misa de campaña presidida por el Cardenal José Cobo. Durante la homilía, el arzobispo de Madrid animaba a los presentes a que no dejasen de participar, arropar y construir sus comunidades al estilo de Isidro, que las visitaba, rezaba y participaba. Y comunidades unidas, porque no podemos ser testigos del Evangelio si vivimos divididos por ideologías o por egoísmos.

Precisamente San Isidro nos recuerda que la verdadera santidad no divide, sino que une y les animaba a sembrar esperanza y unidad. No podremos evangelizar ni hablar de Cristo a nuestros vecinos, que nos ven como hoy nos están viendo, si no nos ven unidos, si no ven en nosotros signos de unidad, de diálogo y de fraternidad. San Isidro nos recuerda que la santidad nunca divide, sino que une, que no se impone, sino que acompaña.

Continuando con su predicación, el Cardenal Cobo señalaba que cuando la vida va tan deprisa donde corremos el riesgo de convertirnos en extraños entre nosotros, el ejemplo de San Isidro nos recuerda que ser buenos cristianos pasa por ser buenos y atentos vecinos. Y esto también pasa por cultivar la cercanía, la hospitalidad y el cuidado mutuo. Así en este Madrid abierto y cosmopolita, el Patron nos ayuda a acoger, cuidar y estar atentos a lo que sucede a nuestro alrededor y mirar con los ojos de Cristo.

Hoy nos dice a todos nosotros, en el corazón de la ciudad, que tenemos sentido, que la vida tiene sentido, que los desvelos tienen sentido, que nuestras heridas tienen sentido y que es posible dar a todo eso luz, por complicado que sea.

También en el marco de la festividad de San Isidro Labrador, el pasado miércoles, el Cardenal José Cobo presidía una vigilia de jóvenes.

Hoy nos reúne aquí a todos nosotros que estamos sedientos de muchas cosas y que queremos también mirar a Jesús para escuchar su palabra y para ver que para seguir a Jesús tenemos a veces gente muy buena, muy cercana, como San Isidro, y como gente que tenemos más cerca de lo que pensamos, que nos dicen que se puede ser feliz con Jesús y que Él da sentido a las cosas que hacemos.

Además el Ayuntamiento de Madrid concedía la medalla de Madrid a la Fundación Instituto San José en reconocimiento a sus 125 años de entrega y servicio a las personas más vulnerables de la ciudad.

En nombre de la Fundación intervenía Javier La Pastora, presidente del Patronato, quien señalaba que la hospitalidad propia de los hermanos de San Juan de Dios, junto al compromiso del Arzobispado de Madrid, la labor de patronos, hermanos, voluntarios y colaboradores han hecho de este lugar un centro singular que integra innovación, sostenibilidad y humanización.

En estos 126 años Madrid ha cambiado sustancialmente, pero nuestra vocación de acompañar al enfermo al mayor, a la persona con discapacidad o en situación de exclusión ha permanecido inquebrantable, reflejando siempre el carisma de la Iglesia y, como no, la hospitalidad propia de los hermanos de San Juan de Dios.

A lo largo de este camino la Fundación ha evolucionado de forma constante para responder a los retos sociales y sanitarios de la ciudad en cada época.

La Fundación, que nació como un centro de atención a personas con epilepsia, hoy se ha convertido en una institución de referencia en cuidados paliativos, rehabilitación, atención a la discapacidad y acción social.

Esta evolución ha sido posible gracias al compromiso del Arzobispado de Madrid, de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, de los patronos que en cada momento han gobernado la institución, de todos los cientos de profesionales, hermanos, voluntarios y colaboradores que han hecho de nuestra casa un centro singular que integra innovación, sostenibilidad y humanización, poniendo siempre a Cristo y a la persona en el centro de nuestra misión.

Cambiamos de tema.

Con el lema Un empleo que transforma vidas, Cáritas Madrid presenta un análisis del camino que recorren las personas y familias en situación de vulnerabilidad acompañadas por el Servicio de Ciesano de Empleo hasta lograr un trabajo digno que cambie y mejore sus vidas.

En este marco se sitúa la campaña del Empleo, que como cada año promueve la Iglesia de Madrid a través de Cáritas y que se celebra hoy en las parroquias.

Uno de los rostros de esta campaña es el de Antonia, gracias a su trabajo en CariFood, la empresa de inserción laboral especializada en catering y colectividades, ha adquirido nuevos conocimientos.