Historias De Ultratumba La Ouija 585y1i

En nuestro mundo, personas comunes son testigos de hechos extraordinarios, convirtiéndose en protagonistas de lo inexplicable.

Diana jamás imaginó que un juego la convertiría en blanco de una aterradora experiencia.

No es para tanto, eso es solo un juego.

Eso no es un juego, Diana, es una cosa para tomársela muy en serio.

Yo, personalmente, no voy a ser parte de eso, pues preferiría que vos tampoco.

Yo creo que estás exagerando, además, tú sabes que yo siempre tenía mucha curiosidad de saber cómo es que se juega en eso.

¿En serio? Sí.

Pues mira, es tu decisión. La respeto, pero no la comparto, pues igual no te voy a obligar tampoco a que no vayas.

Así que tú decides.

Solo esta vez.

No sé.

Sí.

Convéncele.

Además, ¿qué puede pasar? Ah, que no puede pasar más bien.

Usted cuídese por allá, ¿oído? Sí.

Te quiero mucho.

Yo también.

Gracias, pues.

Te llamo.

Quien me habló del juego fue una amiga.

Me animé a jugarlo por la inquietud que tenía.

Igual, como no creía, quería ver cómo era el juego.

¿Y David? ¿Por qué no vino? ¿Verdad que le dio miedo? Estaba trabajando, por eso no vino, ¿ok? Eso no fue lo que me dijeron.

¿Por qué no se calla? ¿Por qué? David vino en espíritu a torturarme.

Ay, qué idiota.

Ey, ey, ey, ya basta.

Vinimos a pasarla bien, calmados.

Cuando yo decidí jugar el juego de la tabla ovija, era mala curiosidad.

Y en la edad que estaba, pues uno, cuando le dicen preguntas, ¿qué tú vas a hacer y te van a contestar? Pues una de las preguntas que tenía yo era si me iba a casar, si con el novio que estaba iba a ser buen futuro.

Y ese fue como más el impulso que me llevó al juego.

Cuidado que se aparece.

¿Quién se va a aparecer? Bueno, aquí está el tablero.

Ahora, si queremos arnos, dejémonos de bromas y concentrémonos, ¿ok? Serio, pongan la mano sobre la copa.

Nosotros ninguno teníamos experiencia.

Era primera vez que lo hacíamos.

Entonces nos explicó el juego y nos dijo qué preguntas podíamos hacer.

Si hay algún espíritu que se manifieste.

¿Hay alguien ahí? Parece que no hay espíritus.

Será que están de vacaciones.

Usted movió la copa, ¿cierto? Cuando comenzó a moverse la copa, los tres amigos que estábamos ahí nos miramos y ya en nosotros entró un poco de miedo de ver que se movía la copa sola.

¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? Con calma.

No molestemos a los espíritus.

Yo me voy, yo no quiero jugar más.

Yo no sé si esto es una broma, pero no me gusta.

Sí, yo tampoco quiero jugar.

Sí, además se nota que todo esto es una broma.

Pero así es.