Historias De Ultratumba Invocados 53275i

En nuestro mundo, personas comunes son testigos de hechos extraordinarios, convirtiéndose en protagonistas de lo inexplicable.

Idalia y sus hijas se mudan a una casa que encierra un gran misterio.

Inexplicables sucesos las convierten en blanco de extraños seres que merodean la casa y no tienen la intención de irse.

¿Están de la casa, no? Sí.

Hay que estar muy cómodas aquí.

¿Cuándo regresas a Houston? Idalia, no empecemos con eso.

Hernán trabaja en Houston.

Idalia y sus hijas están acostumbradas a tenerlo lejos.

Idalia, ¿sabes que debo ir a trabajar? Sí, lo sé, pero me hubiera gustado que disfrutáramos la casa solos.

A mí también me encantaría, pero debo ir a la oficina.

Sí, claro, ya hablamos de eso.

Mi esposo labora en Estados Unidos.

Él es empleado.

Mi esposo tiene papeles de residencia, entonces siempre ha trabajado él allá.

Te marco llegando a Houston.

Cuídate.

Era un barrio mucho mejor, ¿verdad? Mucho mejor.

Eran casas, colonias cerradas.

Era bonito el barrio.

Padrísima la casa.

¿Y tu inhalador? Pues aquí está.

No lo pierdas de vista.

¿Y a ti qué te pasa? La casa es amplia.

Es solo que el lugar es un poco desolado.

Como antiguo.

Ay, ya.

Ya te vas a acostumbrar.

No exageres.

Te espero.

Y los vasos los pones en la vitrina, ¿ok? ¿Qué más? Y no vayas a romper la tetera, que siempre lo haces.

Cuando entramos, pues se nos hacía una casa, le digo, nuevamente bonita.

El ambiente bien.

No teníamos, o sea, nada de que dudar de que la casa nos agradaba irnos ahí.

A ninguna, ni a mí ni a ninguna de mis citas.

A dormir.

Vamos ya a dormir.

¿Y tu inhalador? Debe de estar en el comedor.

¿Qué te he dicho? Que lo traiga siempre contigo.

Ay, ya, ma, no exageres.

Búscalo, por favor.

Por favor.

Unas noches.

La verdad, me sentía muy cómoda en la casa, estaba muy bonita, muy amplia.

Como era antes la casa donde vivíamos, yo me sentía bien.

Empezábamos a escuchar, por decir, pasos, una canica rodando.

Entonces, al principio pensábamos, ¿verdad?, que como estábamos fuera de la casa, que alguien había podido entrar.