HELENA TABERNA | Mi Cinema Paradiso Episodio 72 5k1u2d

Mi Cinema Paradiso, el podcast del Verdi, un juego cinéfilo realizado por Eduardo de Vicente y Joan Rey.

Esta semana tenemos el placer de contar con una de las pioneras del cine femenino en nuestro país, pero también con una de las principales responsables del resurgimiento del cine vasco en los últimos años.

Una directora, productora y guionista que inició su carrera en los años 90, con diversos cortometrajes como 87 cartas de amor o Alsazua 1936, todo ello antes de debutar en el terreno del largometraje, en 1999, con Yoyes.

Era una arriesgada y valiente película sobre la historia de la primera mujer que tuvo responsabilidades importantes en ETA, pero que, con el tiempo, intentó rehacer su vida.

Una espléndida Ana Torrent se metía en la piel de este polémico personaje real.

Mi militancia es un periodo zanjado.

Fueron siete años los mejores de mi juventud y los entregué a la organización.

Se acabó, capuz.

Esta mujer es el primer dirigente de ETA militar que ha decidido volver a casa.

Llevas años fuera de la organización, ¿por qué no puedes hacer como otro cualquiera? O no te enteras o no te quieres enterar.

Yo no soy cualquiera, soy Yoyes, hostia.

Yoyes no es ninguna chivata, joder.

Chivata o no, tú me dirás a qué cojones se le ocurre con él.

¿Quién eres? En el 2003 se pasó al documental para ofrecer una visión de las mujeres de otros países que se instalaban en España.

Se tituló Extranjeras y se centró en su vida cotidiana y sus esfuerzos para seguir manteniendo sus raíces en una tierra ajena.

Obtuvo premios en festivales como el de Valladolid, pero también en Costa Rica o México.

Para llegar a España viene por...

Mi novio.

Es verdad, porque en aquella época tengo muchos amigos.

Y último que elegir uno que me parece que más me quiere y venir a España para que vea qué tal está.

Me parece la vida de España está muy bien.

Cuando he venido me he encontrado muy fácil para acostumbrarme.

Me gusta todo de aquí.

Su siguiente largometraje, La Buena Nueva, transitaba entre la realidad y la ficción, puesto que recreó la vida de su tío, un cura que fue testigo de la represión en un pueblo pro-republicano navarro durante la Guerra Civil y acabó marchándose del país harto de tanta injusticia.

Un hombre bueno envuelto en una situación violenta que le sobrepasaba.

La cita obtuvo diversos premios internacionales y un exugalde cumplió con nota el encargo.

Irá al grano.

La falanja se está inmiscuyendo en cosas que son de mi competencia.

¿Perdone? Yo no le digo a usted cómo tiene que mandarle su cuartel.

Y usted no es quien para obligar a nadie a bautizarse, y mucho menos amenazando a las mujeres.

¿O es que se cree que Jesús de Nazaret iba por ahí amedrentando a la gente? Con el debido respeto, sepa que yo no me voy a rugar porque lleve usted sotana.

Yo no soy como esos carlistones chupacirios con sus detente-bala y sus misas de campaña.

Entonces, ¿quién le manda a usted meterse en Quisidor? Yo solo cumplo órdenes.

Pero le voy a decir una cosa, personalmente pienso que ustedes, los curas, tienen demasiado poder en este país.

Aunque eso sí, de momento nos pueden ayudar a ganar la guerra.

Conmigo no cuente para guerras.

Regresó al documental para denunciar el caso de Nagore, título de la película.

Era una estudiante de enfermería que fue asesinada durante los Sanfermines de 2008 por un médico de la Clínica Universitaria de Pamplona.

El film cuestionaba la idoneidad de un jurado popular para decidir este tipo de casos, ya que la sentencia acabó resultando algo benévola.

A mi niña la han matado, a mi niña la han matado.

La confesión es tardía, pero es relevante, es muy relevante.

Él no dice exactamente lo que ocurrió.

Se hace en falta todo.

No sabemos muy bien lo que pasó.

No entiendo ya lo que es un asesino.

¿Qué es lo que confiesa el acusado? No podemos olvidarnos que no la mató, la torturó antes.