
Descripción de La gran muralla defensiva intestinal. b2i5m
Hoy nos adentramos en uno de los sistemas de defensa más impresionantes del cuerpo humano: el que protege nuestro intestino. No es una muralla de piedra, pero está llena de sensores, alarmas, soldados y escudos invisibles. Para descubrir cómo funciona esta "Gran Muralla Defensiva Intestinal", hablamos con Elena Layunta Hernández, Profesora Ayudante Doctora en el Departamento de Anatomía, Embriología y Genética Animal de la Universidad de Zaragoza y que desarrolla su actividad en el Instituto Agroalimentario de Aragón dentro del grupo de investigación Efecto del Procesado Tecnológico de los Alimentos en las Patologías Digestivas y Alérgicas (ALIPAT), y en el Instituto de investigación Sanitaria dentro del grupo de investigación de Fisiopatología Gastrointestinal. "Alimenta tu mente" es el podcast del Instituto Agroalimentario de Aragón realizado con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) - Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. c292b
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Bienvenidos a Alimmenta tu mente, el podcast del Instituto Agroalimentario de Aragón.
En cada episodio te invitamos a descubrir cómo la ciencia que se hace aquí, en nuestro entorno, transforma lo que comemos, cómo nos cuidamos y cómo nos relacionamos con el planeta.
Porque entender lo que nos alimenta, también alimenta nuestra curiosidad.
Hoy nos adentramos en uno de los sistemas de defensa más impresionantes del cuerpo humano, que es el que protege nuestro intestino.
No es una muralla de piedra, pero está llena de sensores, de alarmas, soldados y escudos invisibles.
Para descubrir cómo funciona esta gran muralla defensiva intestinal, hablamos con Elena Layunta, profesora ayudante doctora en el Departamento de Anatomía, Embriología y Genética Animal de la Universidad de Zaragoza, y que también desarrolla su actividad en el Instituto Agroalimentario de Aragón, dentro del Grupo de Investigación Efecto del Procesado Tecnológico de los Alimentos en las Patologías Digestivas y Alérgicas, y también en el Instituto de Investigación Sanitaria dentro del Grupo de Investigación de Fisiopatología Gastrointestinal.
Elena, para empezar cuéntanos qué es exactamente el sistema defensivo intestinal y por qué es tan importante para nuestra salud.
Tenemos que imaginarnos el tracto digestivo como una aduana.
Su trabajo es claro, detectar quién entra en nuestro cuerpo, quién sale y quién no debería estar ahí.
Otros órganos están mucho más protegidos.
El intestino está continuamente en o con el mundo exterior.
Todo lo que comemos, bebemos, pasa por esta gran aduana.
Y no solo hablamos de nutrientes, también bacterias, virus y otros microorganismos, algunos buenos y otros no tanto.
Tenemos que imaginarnos a nuestro intestino como un castillo.
Este castillo presenta una muralla, torres de vigilancia, puertas de entrada, un puente con una fosa llena de agua… Cuando a nuestro castillo llega un aliado, le abrimos las compuertas, cruzan el puente y le recibimos con los brazos abiertos.
Pero cuando llega el enemigo, no ocurre lo mismo.
Otro foso con agua un tanto viscosa es el moco, que se encuentra en el intestino, impidiendo que estos microorganismos malos lleguen a la muralla.
Si llegan a la muralla estos enemigos se encuentran con unas proteínas llamadas mucinas, que se encuentran en las células epitereales intestinales y no dejan que estos enemigos avancen.
Finalmente tenemos una serie de alarmas, que son los receptores de reconocimiento de patrones, de microorganismos.
Cuando estos enemigos han podido cruzar todas estas barreras, el foso con agua, la muralla… Estas alarmas, denominadas receptores tipo TOL y tipo NOD, empiezan a sonar, activando señales intracelulares defensivas.
Y ojo, todo este sistema no se forma de la noche a la mañana.
Este sistema tan complejo se desarrolla durante nuestra infancia, donde la microbiota beneficiosa, nuestros amigos a los que les abríamos las compuertas y les dábamos abrazos, es fundamental.
Enseña a nuestro sistema defensivo a distinguir entre amigos y enemigos.
Por eso estos microorganismos beneficiosos son tan importantes, no solo durante la edad adulta, también desde nuestra niñez.
Por lo tanto, el intestino es un castillo muy sofisticado, con multitud de barreras, y está súper especializado, protegiendo nuestro cuerpo a diario.
Bueno Elena, vemos que nuestro intestino es mucho más que un órgano digestivo, es una auténtica barrera de defensa.
Pero dinos, ¿cómo afecta todo esto a nuestro día a día? ¿Qué pasa cuando esta muralla se debilita? Buena pregunta.
Porque claro, una cosa es saber que tenemos un sistema defensivo intestinal súper complejo y otra es cómo nos afecta en la vida real si falla esta muralla.
Una de las consecuencias más comunes es la inflamación intestinal.
A veces no es una inflamación grande, de esas que te llevan al hospital, sino algo más sutil, pero persistente.
Puedes tener molestias digestivas, hinchazón, gases, incluso cambios en el estado de ánimo.
¿Te suena eso de tengo el estómago revuelto? No es casualidad.
Cuando nuestra muralla se debilita, nuestras defensas intestinales están continuamente en estado de alerta.
Y este largo plazo puede desembocar en el desarrollo de enfermedades inflamatorias crónicas en el intestino.
Y no solo en el intestino, sino que en situaciones prolongadas pueden desembocar también en trastornos como la depresión o la ansiedad.
Porque, spoiler, el intestino y el cerebro están mucho más conectados de lo que pensamos.
Hay un dato curioso.
El estrés tiene un efecto brutal en nuestra salud intestinal y es debido a esta conexión tan fuerte.
Así que si vivimos ansiedad o tensiones continuas, puede afectar a nuestra defensa intestinal y acabar con un tengo el estómago muy revuelto.
¿Pero cómo afecta nuestro modo de vida a nuestra defensa intestinal? Ciertos hábitos, como una dieta alta en azúcares y ultraprocesados, pueden afectar a nuestra salud intestinal.
Comentarios de La gran muralla defensiva intestinal. 6o1a1d